Pasta al pesto clásica: consejos para prepararla en casa
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar una deliciosa pasta al pesto con nuestra receta favorita e imbatible ¡manos a la obra!
La pasta al pesto es un plato tradicional italiano, originario de la región de Liguria, específicamente de la ciudad de Génova. Esta receta destaca por su simplicidad y frescura, utilizando ingredientes naturales que se combinan para crear una salsa aromática y deliciosa. El pesto genovés se prepara con hojas frescas de albahaca, piñones, ajo, queso parmesano y aceite de oliva virgen extra, resultando en una salsa verde intensa y fragante que es ideal para cubrir cualquier tipo de pasta.
Una de las características más especiales del pesto es que no requiere cocción. Esto permite preservar el sabor vibrante de la albahaca y la textura cremosa de los piñones, brindando una explosión de sabor en cada bocado. Además, el pesto es muy versátil: puedes prepararlo con antelación y guardarlo en la nevera para futuras comidas rápidas y deliciosas.
La pasta al pesto es perfecta para un almuerzo o cena rápida, ideal para quienes buscan una comida casera y nutritiva sin complicarse en la cocina. Este plato no solo es sencillo, sino también sofisticado en sabor, y es un excelente ejemplo de cómo ingredientes de alta calidad pueden transformar un plato sencillo en una experiencia culinaria inolvidable. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para la pasta: 400 gramos de pasta (idealmente espaguetis, linguini o fusilli, pero puedes elegir tu pasta favorita), agua suficiente para hervir la pasta (aproximadamente 4 litros), 1 cucharada de sal para el agua de cocción.
Para el pesto: 60 gramos de hojas de albahaca fresca (aproximadamente 2 tazas de hojas sin tallo), 50 gramos de queso parmesano rallado (puedes agregar un poco más al servir), 30 gramos de piñones (aproximadamente 3 cucharadas; si no tienes piñones, puedes sustituir por nueces o almendras), 1 diente de ajo grande (o 2 pequeños, según tu preferencia de sabor), 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra (aproximadamente ½ taza), sal y pimienta al gusto.
Procedimiento
Prepara el pesto
- Comienza lavando bien las hojas de albahaca fresca. Sécalas con un paño limpio o papel de cocina para eliminar cualquier exceso de agua.
- En un procesador de alimentos o licuadora, agrega las hojas de albahaca, los piñones y el diente de ajo pelado.
- Tritura todo a una velocidad baja para evitar que la albahaca se caliente demasiado y pierda su color verde intenso. Es recomendable hacer pausas para mezclar y asegurarse de que la textura sea homogénea.
- Añade el queso parmesano rallado y mezcla nuevamente, solo hasta incorporar.
- Poco a poco, mientras el procesador sigue en funcionamiento, añade el aceite de oliva virgen extra en un hilo delgado. Esto permitirá que el pesto adquiera una textura suave y cremosa. Si prefieres una textura más líquida, puedes agregar un poco más de aceite.
- Sazona con sal y pimienta al gusto. Mezcla nuevamente, prueba y ajusta la sazón si es necesario.
Cocina la pasta
- En una olla grande, agrega suficiente agua para cubrir la pasta y lleva a ebullición a fuego alto.
- Cuando el agua esté hirviendo, añade 1 cucharada de sal. Esto realzará el sabor de la pasta.
- Añade la pasta al agua hirviendo y cocina de acuerdo con el tiempo de cocción indicado en el paquete, generalmente entre 8 y 10 minutos, hasta que esté "al dente". Esto significa que la pasta debe estar cocida pero aún firme al morder.
- Escurre la pasta en un colador, reservando una taza del agua de cocción. El agua con almidón ayudará a unir el pesto con la pasta más adelante.
- Vuelve a poner la pasta escurrida en la olla o en un sartén grande a fuego bajo.
- Añade el pesto y mezcla suavemente con una espátula o unas pinzas para que la salsa cubra bien cada parte de la pasta. Si ves que la mezcla está muy espesa, añade un poco del agua de cocción de la pasta que reservaste (una cucharada a la vez), mezclando hasta alcanzar la textura deseada.
Sirve la pasta al pesto en platos hondos para que mantenga el calor. Decora con un poco de queso parmesano rallado por encima, unas hojas de albahaca frescas, y si lo deseas, unos piñones tostados para darle un toque crujiente adicional. Puedes añadir un chorrito de aceite de oliva extra para intensificar el sabor.
Este plato es perfecto para un almuerzo o cena rápida, llena de sabor y fácil de preparar. La combinación de albahaca, ajo y parmesano crea una salsa deliciosa que resalta en cualquier tipo de pasta. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.