Secretos para un strudel de manzana casero perfecto

El strudel de manzana casero es un postre clásico de la repostería centroeuropea, especialmente popular en Austria y Alemania. Este postre destaca por su masa fina y crujiente, que envuelve un relleno jugoso de manzanas, canela y azúcar, junto con pasas y frutos secos, lo que le da un sabor dulce y especiado, perfecto para las tardes de otoño o invierno. La elaboración de la masa requiere paciencia y algo de habilidad, ya que debe ser estirada hasta quedar tan delgada que permita ver a través de ella. Este es uno de los secretos que le da al strudel su característica textura delicada y crujiente.

El strudel de manzana es versátil y se puede servir tanto caliente como a temperatura ambiente, acompañado de nata batida, helado de vainilla o simplemente espolvoreado con azúcar glass. La mezcla de ingredientes frescos como las manzanas y las especias, junto con la textura única de la masa, hacen de este postre una experiencia deliciosa y reconfortante. Preparar un strudel casero permite personalizar el relleno y adaptar su dulzura, creando un postre perfecto para compartir en familia o con amigos. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

Para la masa: 250 g de harina de trigo, 1 huevo grande, 1 cucharada de aceite vegetal, 100 ml de agua tibia, 1 pizca de sal, harina extra para espolvorear.

Para el relleno: 5 manzanas grandes (tipo Granny Smith o Golden), peladas y cortadas en láminas finas, 100 g de azúcar moreno, 1 cucharadita de canela en polvo, 50 g de pasas, 30 ml de ron o jugo de manzana (opcional, para remojar las pasas), 50 g de nueces o almendras picadas (opcional), ralladura de 1 limón, 50 g de pan rallado, 50 g de mantequilla.

Para el montaje y decoración: 50 g de mantequilla derretida, azúcar glass (para espolvorear al final).

 

Procedimiento

Prepara la masa:

1. En un bol grande, tamiza la harina y agrega la pizca de sal.
2. Forma un hueco en el centro, agrega el huevo, el aceite y el agua tibia.
3. Mezcla bien los ingredientes con una cuchara de madera o con las manos hasta formar una masa.
4. Amasa durante 10 minutos sobre una superficie ligeramente enharinada, hasta que la masa esté suave y elástica.
5. Forma una bola con la masa y colócala en un bol engrasado, cubriéndola con un paño húmedo. Déjala reposar por al menos 30 minutos.

Prepara el relleno

1. En un tazón, coloca las pasas y cúbrelas con el ron o jugo de manzana. Déjalas reposar mientras preparas los demás ingredientes, para que se hidraten y tengan más sabor.
2. En un bol grande, mezcla las manzanas laminadas, el azúcar moreno, la canela, las nueces picadas y la ralladura de limón.
3. En una sartén pequeña, derrite los 50 g de mantequilla y añade el pan rallado, tostándolo ligeramente hasta que esté dorado. Esto ayuda a absorber la humedad del relleno, evitando que la masa se empape.

Estira la masa

1. Prepara una superficie grande, limpia y ligeramente enharinada. También puedes usar un paño de cocina enharinado para facilitar el enrollado.
2. Coloca la masa en el centro y empieza a estirarla con un rodillo. Luego, utiliza tus manos para seguir estirando suavemente la masa hasta que esté casi transparente y muy fina. La masa debe quedar tan delgada que puedas ver tus dedos a través de ella.

Monta el strudel

1. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y coloca papel pergamino sobre una bandeja de horno.
2. Coloca la masa estirada sobre el paño de cocina enharinado. Cepilla la superficie de la masa con un poco de mantequilla derretida.
3. Espolvorea el pan rallado tostado sobre la mitad de la masa.
4. Coloca el relleno de manzana sobre el pan rallado, extendiéndolo uniformemente. Asegúrate de dejar un margen de unos 3 cm en los bordes.
5. Usa el paño de cocina para ayudarte a enrollar el strudel suavemente, comenzando desde el extremo con el relleno. Cierra bien los bordes para evitar que el relleno se salga.
6. Transfiere con cuidado el strudel a la bandeja de horno. Cepilla la superficie con la mantequilla derretida restante.
7. Hornea durante 35-40 minutos, o hasta que el strudel esté dorado y crujiente.
8. Saca del horno y deja enfriar ligeramente.

Una vez que el strudel esté frío, espolvorea azúcar glass por encima para darle un toque decorativo. Sirve caliente o a temperatura ambiente, acompañado de helado de vainilla o nata batida, si lo deseas y tambien puedes añadir almendras, nueces o avellanas para un toque crujiente y más sabor. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.