Pan casero de calabacín y queso – ¡perfecto para toda ocasión!

El pan de calabacín y queso es una receta deliciosa y versátil que combina la frescura del calabacín con el sabor reconfortante del queso. Este pan tiene una textura suave y húmeda, y es ideal para quienes buscan una opción de pan casero con un toque original y lleno de sabor. Su preparación es sencilla y perfecta tanto para principiantes en la cocina como para expertos que deseen probar algo nuevo.
Te Podría Interesar
El calabacín aporta una sutil frescura y humedad a la masa, mientras que el queso cheddar y parmesano añaden una nota salada y cremosa, haciendo que cada rebanada sea irresistible. Además, este pan es perfecto para cualquier momento del día: acompaña muy bien el desayuno, funciona como un snack en la tarde, o incluso puede servirse como un acompañamiento en la cena.
Es una excelente manera de aprovechar calabacines frescos, y puede adaptarse según tus preferencias: puedes usar otros tipos de queso o agregar hierbas y especias para darle un giro único. Con pocos ingredientes y pasos, tendrás un pan casero y saludable que se convertirá en uno de tus favoritos. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
1 calabacín mediano, rallado (aproximadamente 1 taza), 1 ½ tazas de harina de trigo, ½ cucharadita de polvo de hornear, ½ cucharadita de bicarbonato de sodio, ½ cucharadita de sal, ½ cucharadita de pimienta negra recién molida, ½ cucharadita de ajo en polvo, ½ cucharadita de cebolla en polvo, 1 cucharadita de orégano seco, ½ cucharadita de tomillo seco, ½ taza de queso cheddar rallado, ¼ taza de queso parmesano rallado, 2 huevos grandes, batidos, ? taza de leche (puede ser de vaca o vegetal, como almendra o avena), ¼ taza de aceite de oliva o aceite vegetal, 1 cucharada de miel o azúcar (opcional, para equilibrar el sabor).
Procedimiento
- Lava bien el calabacín y rállalo con un rallador de agujeros medianos. Coloca el calabacín rallado en un colador y presiona suavemente para eliminar el exceso de agua. Déjalo reposar unos minutos para que drene completamente el líquido. Este paso es clave, ya que el calabacín tiene mucha agua y podría afectar la textura del pan.
- Enciende el horno y ajústalo a 180 °C (350 °F). Prepara un molde para pan, de aproximadamente 20 x 10 cm, engrasándolo ligeramente con aceite o colocando papel para hornear en la base.
- En un bol grande, tamiza la harina de trigo, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, y la sal. Agrega la pimienta negra, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el orégano seco y el tomillo seco, y mezcla bien todos los ingredientes secos. Esto ayudará a distribuir los sabores y asegurará que el pan tenga un sabor equilibrado en cada bocado.
- Agrega el queso cheddar rallado y el queso parmesano rallado a la mezcla de ingredientes secos. Revuelve bien para que los quesos se integren y no se queden en el fondo del bol al mezclar.
- En otro bol, bate los huevos ligeramente, luego añade la leche, el aceite de oliva y la miel o el azúcar (si has decidido usarlo). Mezcla bien hasta que los ingredientes estén bien combinados.
- Vierte la mezcla de ingredientes líquidos sobre la mezcla de ingredientes secos y revuelve suavemente con una espátula. Incorpora el calabacín rallado bien escurrido. Mezcla solo hasta que los ingredientes estén combinados; evita mezclar en exceso para que el pan no se vuelva duro.
- Llena el molde y hornea: Vierte la masa en el molde preparado y alísala con una espátula para que quede uniforme. Lleva el molde al horno precalentado y hornea durante 40 a 50 minutos, o hasta que el pan esté dorado en la superficie y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Retira el pan del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, pásalo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo. Esto ayuda a que los sabores se asienten y el pan no se desmorone al cortar.
Este pan de calabacín y queso es delicioso por sí solo, pero también puedes probarlo de varias maneras, tostado con un poco de mantequilla, acompañado de una ensalada fresca o untado con hummus o queso crema para un aperitivo sabroso
Guarda el pan en un recipiente hermético a temperatura ambiente por 2 días o en el refrigerador hasta por una semana. También puedes congelarlo en porciones individuales, envueltas en papel film y colocadas en bolsas herméticas, para disfrutarlo más adelante. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a [email protected] te contestaremos a la brevedad.