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Pan casero de calabacín y queso – ¡perfecto para toda ocasión!

Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso pan de calabacín y queso con nuestra receta favorita e imbatible.
Pan casero de calabacín y queso – ¡perfecto para toda ocasión! Foto: Shutterstock
Pan casero de calabacín y queso – ¡perfecto para toda ocasión! Foto: Shutterstock

El pan de calabacín y queso es una receta deliciosa y versátil que combina la frescura del calabacín con el sabor reconfortante del queso. Este pan tiene una textura suave y húmeda, y es ideal para quienes buscan una opción de pan casero con un toque original y lleno de sabor. Su preparación es sencilla y perfecta tanto para principiantes en la cocina como para expertos que deseen probar algo nuevo.

El pan de calabacín es un derivado de los panes rápidos de vegetales, una tradición que surgió en EE. UU. en la época de la Gran Depresión como una forma de aprovechar ingredientes económicos y nutritivos. Fuente: Shutterstock

El calabacín aporta una sutil frescura y humedad a la masa, mientras que el queso cheddar y parmesano añaden una nota salada y cremosa, haciendo que cada rebanada sea irresistible. Además, este pan es perfecto para cualquier momento del día: acompaña muy bien el desayuno, funciona como un snack en la tarde, o incluso puede servirse como un acompañamiento en la cena.

Es una excelente manera de aprovechar calabacines frescos, y puede adaptarse según tus preferencias: puedes usar otros tipos de queso o agregar hierbas y especias para darle un giro único. Con pocos ingredientes y pasos, tendrás un pan casero y saludable que se convertirá en uno de tus favoritos. ¡Vamos a la receta!

En las recetas de pan de calabacín, este vegetal actúa como un sustituto natural de grasas, aportando humedad y suavidad sin necesidad de usar tanto aceite o mantequilla. Fuente: Shutterstock

Ingredientes

1 calabacín mediano, rallado (aproximadamente 1 taza), 1 ½ tazas de harina de trigo, ½ cucharadita de polvo de hornear, ½ cucharadita de bicarbonato de sodio, ½ cucharadita de sal, ½ cucharadita de pimienta negra recién molida, ½ cucharadita de ajo en polvo, ½ cucharadita de cebolla en polvo, 1 cucharadita de orégano seco, ½ cucharadita de tomillo seco, ½ taza de queso cheddar rallado, ¼ taza de queso parmesano rallado, 2 huevos grandes, batidos, ? taza de leche (puede ser de vaca o vegetal, como almendra o avena), ¼ taza de aceite de oliva o aceite vegetal, 1 cucharada de miel o azúcar (opcional, para equilibrar el sabor).

 

Procedimiento

  1. Lava bien el calabacín y rállalo con un rallador de agujeros medianos. Coloca el calabacín rallado en un colador y presiona suavemente para eliminar el exceso de agua. Déjalo reposar unos minutos para que drene completamente el líquido. Este paso es clave, ya que el calabacín tiene mucha agua y podría afectar la textura del pan.
  2. Enciende el horno y ajústalo a 180 °C (350 °F). Prepara un molde para pan, de aproximadamente 20 x 10 cm, engrasándolo ligeramente con aceite o colocando papel para hornear en la base.
  3. En un bol grande, tamiza la harina de trigo, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, y la sal. Agrega la pimienta negra, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el orégano seco y el tomillo seco, y mezcla bien todos los ingredientes secos. Esto ayudará a distribuir los sabores y asegurará que el pan tenga un sabor equilibrado en cada bocado.
  4. Agrega el queso cheddar rallado y el queso parmesano rallado a la mezcla de ingredientes secos. Revuelve bien para que los quesos se integren y no se queden en el fondo del bol al mezclar.
  5. En otro bol, bate los huevos ligeramente, luego añade la leche, el aceite de oliva y la miel o el azúcar (si has decidido usarlo). Mezcla bien hasta que los ingredientes estén bien combinados.
  6. Vierte la mezcla de ingredientes líquidos sobre la mezcla de ingredientes secos y revuelve suavemente con una espátula. Incorpora el calabacín rallado bien escurrido. Mezcla solo hasta que los ingredientes estén combinados; evita mezclar en exceso para que el pan no se vuelva duro.
  7. Llena el molde y hornea: Vierte la masa en el molde preparado y alísala con una espátula para que quede uniforme. Lleva el molde al horno precalentado y hornea durante 40 a 50 minutos, o hasta que el pan esté dorado en la superficie y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
Además de ser delicioso, el pan de calabacín y queso es una opción nutritiva que aporta fibra, vitaminas del grupo B y calcio, especialmente si se le añaden quesos ricos en nutrientes. Fuente: Shutterstock

Retira el pan del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, pásalo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo. Esto ayuda a que los sabores se asienten y el pan no se desmorone al cortar.

Este pan de calabacín y queso es delicioso por sí solo, pero también puedes probarlo de varias maneras, tostado con un poco de mantequilla, acompañado de una ensalada fresca o untado con hummus o queso crema para un aperitivo sabroso

Guarda el pan en un recipiente hermético a temperatura ambiente por 2 días o en el refrigerador hasta por una semana. También puedes congelarlo en porciones individuales, envueltas en papel film y colocadas en bolsas herméticas, para disfrutarlo más adelante. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a [email protected] te contestaremos a la brevedad.