Receta fácil de pan de dátiles y nueces casero
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar un delicioso pan de dátiles y nueces con nuestra receta favorita e imbatible.
El pan de dátiles y nueces es una deliciosa opción para quienes buscan un equilibrio entre sabor y nutrición. Este pan, suave y ligeramente dulce, combina la dulzura natural de los dátiles con el crujido de las nueces, creando una mezcla perfecta de texturas y sabores. Ideal para el desayuno, la merienda o como acompañamiento de una bebida caliente, es una receta versátil que se adapta a cualquier momento del día.
Además, los dátiles no solo aportan un toque de dulzura, sino que también ofrecen beneficios nutricionales, ya que son ricos en fibra, vitaminas y minerales como el potasio y el magnesio. Las nueces, por su parte, son una excelente fuente de grasas saludables, antioxidantes y proteínas vegetales, lo que hace de este pan una opción más nutritiva en comparación con otros panes comerciales. Su preparación es sencilla y no requiere de ingredientes difíciles de encontrar, lo que lo convierte en una receta perfecta para cualquier nivel de habilidad en la cocina. Con su sabor casero y reconfortante, el pan de dátiles y nueces es ideal para compartir en familia o disfrutar en solitario, acompañando una taza de té o café. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
300 g de dátiles sin hueso, picados en trozos pequeños, 100 g de nueces, picadas en trozos medianos, 250 g de harina de trigo integral, 100 g de harina blanca, 1 cucharadita de bicarbonato de sodio, 1/2 cucharadita de sal, 1 cucharadita de canela en polvo, 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada, 2 huevos grandes, a temperatura ambiente, 100 ml de miel o sirope de agave, 80 ml de aceite de oliva suave o aceite de coco, 100 ml de leche (puede ser vegetal, como leche de almendras o avena), 1 cucharadita de extracto de vainilla, 1 cucharadita de vinagre de manzana o jugo de limón, 1/2 taza de agua caliente, 1 cucharada de azúcar moreno (opcional, si prefieres un toque más dulce).
Procedimiento
- En un tazón grande, tamiza la harina de trigo integral, la harina blanca, el bicarbonato de sodio, la sal, la canela y la nuez moscada. Estos ingredientes secos se combinan para asegurar que las especias se distribuyan uniformemente por toda la masa. Reserva.
- Si los dátiles son secos y duros, colócalos en un tazón pequeño con 1/2 taza de agua caliente. Deja reposar durante unos 10 minutos para ablandarlos, luego escúrrelos bien y pica en trozos pequeños. Las nueces deben picarse en trozos medianos, no demasiado pequeños, para que aporten textura al pan.
- En un tazón mediano, bate los huevos con un batidor de mano o una batidora eléctrica hasta que estén espumosos. Añade la miel (o sirope de agave), el aceite de oliva, la leche, el extracto de vainilla y el vinagre de manzana (o el jugo de limón). Batir bien hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados. La miel o el sirope de agave aportarán dulzura natural y un toque de humedad al pan.
- Vierte los ingredientes líquidos sobre los ingredientes secos, mezclando con una espátula o una cuchara de madera. Es importante no sobre mezclar, solo hasta que se combinen bien. La masa debe quedar espesa, pero aún húmeda.
- Incorpora los dátiles picados y las nueces a la mezcla, asegurándote de distribuirlos de manera uniforme. Los dátiles aportarán dulzura natural y una textura pegajosa, mientras que las nueces proporcionarán un toque crujiente y sabroso.
- Precalienta el horno a 175°C (350°F). Engrasa ligeramente un molde para pan de unos 22x12 cm o cúbrelo con papel pergamino. Vierte la masa en el molde, nivelando la parte superior con una espátula.
- Hornea durante aproximadamente 50-60 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro del pan salga limpio. El tiempo de cocción puede variar dependiendo de tu horno, así que revisa a los 50 minutos y ajusta según sea necesario. El pan debe estar dorado por fuera y firme al tacto.
Una vez horneado, deja enfriar el pan en el molde durante unos 10 minutos, luego sácalo y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente. Este pan se conserva bien en un recipiente hermético durante 3-4 días, y también puedes congelarlo para disfrutarlo más adelante.
Este pan de dátiles y nueces es una opción nutritiva y deliciosa que combina lo mejor de la dulzura natural de los dátiles y la textura crujiente de las nueces. Perfecto para degustarlo en cualquier momento del día, ¡y siempre será un éxito entre quienes lo prueben! ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.