Macarrones con queso: la receta clásica y deliciosa

Los macarrones con queso son uno de los platos más reconfortantes y populares de la cocina internacional. Su simplicidad y sabor cremoso los convierten en un favorito tanto de niños como de adultos. Este delicioso platillo tiene sus raíces en la tradición culinaria estadounidense, aunque su origen se remonta a Europa, donde se combinaban pasta y queso de formas variadas. La receta básica de macarrones con queso se compone de pasta cocida acompañada de una rica salsa de queso fundido, creando una textura suave y untuosa que reconforta el alma.

Lo que hace especial a este plato es su versatilidad. Aunque la versión más común utiliza queso cheddar, es posible experimentar con diferentes tipos de quesos, como el parmesano, el gruyère o el gouda, para lograr sabores más complejos y variados. Además, se puede personalizar con ingredientes adicionales, como hierbas, especias, trozos de bacon crujiente o incluso un toque de mostaza para resaltar los sabores.

El toque final en muchas versiones incluye un gratinado en el horno, que da una capa dorada y crujiente sobre la cremosa base de queso. Ya sea como plato principal o como acompañamiento, los macarrones con queso siempre son una opción deliciosa y reconfortante. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

300 g de macarrones, 50 g de mantequilla sin sal, 50 g de harina de trigo, 750 ml de leche entera, 1 cucharadita de mostaza en polvo, 200 g de queso cheddar rallado, 100 g de queso parmesano rallado, 1 cucharadita de sal, pimienta negra recién molida, 1/2 cucharadita de ajo en polvo, un puñado de pan rallado, aceite de oliva virgen extra.

 

Procedimiento

1. Comienza a cocinar los macarrones en una olla grande con abundante agua hirviendo. Agrega una cucharadita de sal al agua para darle sabor a la pasta. Cocina según las instrucciones del paquete (aproximadamente 8-10 minutos) o hasta que estén al dente. Después, escurre la pasta y resérvala. No te olvides de reservar una taza del agua de cocción de la pasta, que puedes usar más tarde si es necesario para ajustar la textura de la salsa.
2. Mientras se cocina la pasta, comienza a hacer la salsa. En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Cuando se haya derretido completamente, agrega la harina y revuelve con una cuchara de madera o un batidor de mano. Cocina la mezcla, conocida como "roux", durante unos 2 minutos, removiendo constantemente para que no se queme, hasta que la harina pierda su sabor crudo.
3. Poco a poco, vierte la leche tibia en el roux mientras sigues removiendo para evitar que se formen grumos. Cocina la mezcla a fuego medio hasta que espese, lo cual debería ocurrir en unos 5-7 minutos. Si notas que la salsa se espesa demasiado, agrega un poco del agua reservada de la pasta para aligerarla y obtener la consistencia deseada.
4. Incorpora la mostaza en polvo, el ajo en polvo, sal y pimienta al gusto. Remueve bien para que todos los ingredientes se integren. Esto le dará un sabor equilibrado y un toque especial. Si lo prefieres, puedes añadir un poco de nuez moscada rallada, que también complementa muy bien el queso.
5. Baja el fuego a bajo y comienza a agregar los quesos rallados poco a poco. Primero agrega el cheddar, removiendo constantemente para que se derrita de manera uniforme. Luego, añade el queso parmesano. Sigue removiendo hasta que la salsa quede completamente suave y cremosa. Si la salsa está demasiado espesa, agrega más leche o agua de la pasta hasta alcanzar la consistencia deseada.
6. Una vez que la salsa de queso esté lista, agrega los macarrones escurridos a la sartén. Mezcla bien para que toda la pasta quede cubierta con la rica salsa de queso. Si es necesario, ajusta la sal y pimienta al gusto.
7. Si deseas gratinar los macarrones con queso para obtener una capa crujiente por encima, transfiere la pasta a una fuente para horno. Espolvorea por encima un poco de pan rallado y, si lo prefieres, más queso rallado. Rocía con un chorrito de aceite de oliva para que se dore mejor. Precalienta el horno a 200°C (400°F) y hornea durante 10-15 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.

Sirve los macarrones con queso bien calientes, acompañados de una ensalada verde fresca o pan de ajo, si lo deseas. Este plato es perfecto como comida principal o como acompañante en una comida más grande. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.