Cómo hacer el mejor pastel de piña invertido casero

El pastel de piña invertido es un clásico postre que ha deleitado a generaciones con su dulce sabor tropical y presentación llamativa. Su característica principal es que se cocina "al revés": las rodajas de piña y las cerezas se colocan en el fondo del molde, cubiertas con una mezcla de azúcar moreno y mantequilla que se carameliza al hornearse. Luego, al voltear el pastel, estas frutas quedan en la superficie, creando una capa brillante y dorada que lo hace tan atractivo como delicioso.
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La historia de este pastel se remonta a principios del siglo XX, cuando la piña en almíbar se hizo popular en Estados Unidos y comenzó a usarse en repostería. Su encanto radica en la combinación de texturas y sabores, donde el caramelo de piña aporta jugosidad y el bizcocho es suave y esponjoso. Es ideal para acompañar una taza de café o té, y su apariencia colorida lo convierte en el centro de atención en cualquier mesa.
Este pastel no solo es fácil de hacer con ingredientes comunes como harina, mantequilla, azúcar y piña en almíbar, sino que además brinda un toque de nostalgia y calidez a cada bocado. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para la cobertura de piña: 6 rodajas de piña en almíbar (aproximadamente una lata de 560 g), 8 cerezas marrasquino, 1/2 taza (100 g) de azúcar moreno, 1/4 taza (60 g) de mantequilla sin sal, 2 cucharadas del almíbar de piña.
Para el bizcocho: 1 1/2 tazas (180 g) de harina de trigo para todo uso, 1 cucharadita de polvo para hornear, 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio, 1/4 cucharadita de sal, 1/2 taza (115 g) de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente, 3/4 taza (150 g) de azúcar blanca, 2 huevos grandes, a temperatura ambiente, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 1/2 taza (120 ml) de leche entera, a temperatura ambiente, 2 cucharadas del almíbar de piña (extra del que usaste para la cobertura).
Procedimiento
Prepara la cobertura de piña
- En una cacerola pequeña, derrite 1/4 taza de mantequilla a fuego medio. Una vez derretida, añade la 1/2 taza de azúcar moreno y las 2 cucharadas de almíbar de piña. Revuelve constantemente hasta que el azúcar se disuelva y comience a burbujear, formando una mezcla espesa y caramelizada. Este proceso dura unos 3-5 minutos.
- Vierte el caramelo caliente en el fondo de un molde redondo para pastel de 23 cm (9 pulgadas) previamente engrasado. Asegúrate de distribuirlo uniformemente por toda la base.
- Coloca las rodajas de piña sobre el caramelo. Generalmente caben 6 rodajas en un patrón circular, con una en el centro. Coloca una cereza marrasquino en el centro de cada rodaja de piña para darle un toque de color y sabor.
Prepara el bizcocho
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- En un tazón mediano, tamiza la harina, el polvo para hornear, el bicarbonato y la sal. Este paso asegura que los ingredientes estén bien combinados y que el pastel sea esponjoso.
- En otro tazón grande, bate 1/2 taza de mantequilla con el azúcar blanca usando una batidora eléctrica, a velocidad media-alta, hasta que la mezcla esté suave y esponjosa. Esto debería tomar entre 3 y 5 minutos.
- Añade los huevos uno a la vez, batiendo bien después de cada adición. Luego incorpora la vainilla. Continúa batiendo hasta que todos los ingredientes estén bien combinados.
- Reduce la velocidad de la batidora a baja. Añade la mezcla de harina en tres partes, alternando con la leche, comenzando y terminando con la harina. Bate solo hasta que todo esté combinado. Ten cuidado de no sobrebatir la mezcla, ya que podría resultar en un pastel denso.:
- Añade las 2 cucharadas adicionales de almíbar de piña y mezcla suavemente. Esto le dará un toque extra de sabor a piña al bizcocho.
- Vierte la masa del bizcocho sobre las rodajas de piña y el caramelo, asegurándote de distribuirla uniformemente con una espátula.
- Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante 40-45 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Retira el pastel del horno y deja que repose en el molde durante unos 10-15 minutos. Luego, pasa un cuchillo por los bordes para asegurarte de que el pastel no esté pegado. Coloca un plato sobre el molde y, con mucho cuidado, voltea el pastel. Si el molde está caliente, utiliza guantes o una toalla de cocina.
Deja que el pastel se enfríe durante unos 20 minutos antes de cortarlo. El caramelo se habrá impregnado en el bizcocho, y las rodajas de piña quedarán brillantes y deliciosas en la parte superior.
Para un toque especial, puedes añadir un chorrito de ron al caramelo de azúcar moreno mientras lo cocinas, lo que le dará un sabor ligeramente más profundo y complejo.
Sirve este pastel acompañado de nata batida o una bola de helado de vainilla para hacer de este postre una delicia aún más especial.
Este pastel es perfecto para cualquier ocasión, desde una merienda hasta un postre en una cena especial. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a [email protected] te contestaremos a la brevedad.