Disfruta de la suavidad de la panna cotta de lavanda en casa
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar una deliciosa panna cotta de lavanda con nuestra receta favorita e imbatible.
La panna cotta de lavanda es un postre italiano clásico que combina la suavidad y cremosidad de la panna cotta tradicional con un toque floral y aromático único. Su nombre, que significa "nata cocida", refleja su origen en la región del Piamonte, donde se ha disfrutado durante generaciones. Este postre es ideal para aquellos que buscan una opción sofisticada y refrescante para cerrar una comida o celebrar una ocasión especial.
La panna cotta se elabora a base de nata, leche y azúcar, que se infusionan con flores de lavanda secas para aportar un sabor delicado y sutil. La gelatina le otorga la consistencia perfecta, permitiendo que se deslice suavemente al ser servida. A menudo se acompaña con una salsa de frutos rojos, que añade un contraste dulce y ácido, realzando aún más la experiencia sensorial.
Fácil de preparar, la panna cotta de lavanda no solo es un deleite para el paladar, sino también para la vista, ya que su presentación puede ser elegantemente sencilla o decorativa. Ya sea para una cena formal o un encuentro casual, este postre encantará a tus invitados y dejará una impresión duradera. ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
500 ml de crema de leche o nata (preferiblemente con un contenido de grasa del 35% para obtener una textura más rica y cremosa), 100 ml de leche entera, 100 g de azúcar (puedes ajustar la cantidad al gusto), 1 cucharadita de extracto de vainilla (o las semillas de 1 vaina de vainilla), 2-3 cucharadas de flores de lavanda secas (asegúrate de que sean comestibles y de calidad), 2 hojas de gelatina (o 1 cucharadita de gelatina en polvo), una pizca de sal.
Procedimiento
- Si usas hojas de gelatina, colócalas en un bol con agua fría y déjalas reposar durante unos 5-10 minutos hasta que se ablanden. Si usas gelatina en polvo, disuélvela en 2 cucharadas de agua fría y deja reposar.
- En una cazuela a fuego medio, vierte la crema de leche o nata, la leche entera, el azúcar, el extracto de vainilla (o las semillas de vainilla) y una pizca de sal. Revuelve bien y calienta la mezcla hasta que empiece a hervir suavemente, sin dejar que hierva a borbotones.
- Cuando la crema esté caliente, agrega las flores de lavanda secas. Retira del fuego y cubre la cazuela, dejando reposar durante unos 15 minutos para que los sabores se integren.
- Pasados los 15 minutos, cuela la mezcla a través de un colador fino para eliminar las flores de lavanda. Asegúrate de presionar ligeramente con una cuchara para extraer el máximo de líquido.
- Vuelve a calentar ligeramente la mezcla colada (sin hervir). Escurre las hojas de gelatina y agrégalas a la crema caliente (o incorpora la gelatina en polvo disuelta). Revuelve bien hasta que la gelatina esté completamente disuelta.
- Divide la mezcla de panna cotta en los moldes elegidos. Deja que se enfríen a temperatura ambiente antes de cubrirlos con film transparente.
- Coloca los moldes en el refrigerador y deja que la panna cotta se cuaje durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche.
Para desmoldar la panna cotta, sumerge brevemente el fondo del molde en agua caliente. Luego, invierte el molde sobre un plato y golpéalo suavemente para que la panna cotta se deslice.
Sirve la panna cotta y decora con ramas de menta fresca. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.