Cómo hacer una limpieza profunda de la nevera

Desde su invención hasta el día de hoy, la nevera se ha convertido en un electrodoméstico esencial en nuestros hogares, desempeñando un papel fundamental para conservar los alimentos. Su capacidad para mantener bajas las temperaturas permite preservar la frescura de frutas, verduras, lácteos y otros productos perecederos, brindándonos la flexibilidad de planificar nuestras comidas y minimizar la frecuencia de las compras de comestibles.

La higiene juega un papel crucial para garantizar la durabilidad y la seguridad alimentaria. La limpieza regular del interior de la heladera es esencial para evitar la proliferación de bacterias y malos olores. Derrames accidentales, residuos de alimentos y líquidos condensados pueden convertirse en focos de contaminación si no se abordan adecuadamente. A continuación, te enseñamos cómo limpiar la nevera, qué productos utilizar y otras cuestiones que seguro te ayudan.

¿Qué productos utilizo?

Si es la primera vez que vas a hacer una limpieza profunda de la heladera, puedes buscar la solución en el supermercado. Pon atención y fíjate si existe un producto específico para esto. Si no quieres utilizar soluciones químicas en el lugar donde guardas la comida puedes buscar opciones más naturales y menos contaminantes tales como vinagre, zumo de limón o bicarbonato de sodio.

El procedimiento para limpiar la nevera

Para comenzar, es recomendable que desenchufes el electrodoméstico. Si bien no es necesario, previene eventuales accidentes domésticos y ahorra energía. Luego, vacía la nevera y coloca los alimentos arriba de la mesa o en cualquier superficie limpia. Procede a quitar los estantes y cajones y lávalos en el fregadero con ayuda de una esponja y detergente. Déjalos secar mientras te ocupas del interior de la heladera.

Prepara una mezcla con 20 ml de vinagre blanco y 500 ml de agua tibia. Humedece una esponja blanda en la preparación y limpia todas las superficies de la nevera. Si no te gusta esta mezcla, puedes sustituirlo por el zumo de 3 limones con 3 cucharadas de bicarbonato. Retira la preparación con un trapo húmedo y luego seca la parte del interior para evitar la proliferación de hongos.

Una vez que se encuentre seca la nevera, vuelve a rellenarla con todos los productos. De paso aprovecha para revisar la fecha de caducidad. Cuando termines, procede a limpiar la parte exterior con un paño mojado con agua y bicarbonato y revisa que las gomas estén limpias. Para finalizar, vuelve a enchufar la heladera.