Te volará la cabeza: así se forman los huracanes

Los huracanes son, efectivamente, las tormentas más grandes y peligrosas sobre la superficie del planeta. Se trata de un fenómeno natural, conocido científicamente como ciclón tropical, que se alimenta de la temperatura y la humedad del aire y de los océanos para cobrar energía y formarse. También llamados tifones, es importante destacar que sólo reciben el nombre de huracanes aquellos que se forman sobre el Océano Atlántico y/o el Pacífico.

Sin dudas, es uno de los fenómenos más temidos por la población mundial, sobre todo por los ciudadanos que viven en las zonas con mayor tendencia a este tipo de catástrofe. Pues, los huracanes pueden llegar a destruir las ciudades costeras, provocar inundaciones y, lamentablemente, causar una elevada cifra de mortandad y de personas heridas. Es que, por más avance tecnológico que presente la humanidad, el poder de la naturaleza es imposible de combatir; solamente nos es posible pronosticar la llegada de un nuevo huracán.

Es tan impresionante el impacto de los huracanes en las zonas cercanas al Ecuador, que los científicos e integrantes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) aconsejan a los ciudadanos estar preparados para una nueva catástrofe. Por más que no suceda, no está de más prevenir. En ese contexto es que venimos para revelar un dato interesante en torno a la formación de los ciclones tropicales, concretamente, la forma en que se crean.

Cómo se forman los huracanes

Los huracanes son grupos de tormentas reunidas alrededor de un centro de baja prisión, que se alimentan del aire cálido y húmedo de los océanos, razón por la que las zonas tropicales, que rondan el ecuador, son más propensas a la formación de huracanes. “El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie”, explican desde el sitio oficial de la NASA.

“El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este "nuevo" aire se torna cálido y húmedo y también se eleva. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes”, detallan los expertos de la NASA respecto a la formación de huracanes.