Los insospechados motivos por los que se mueren los cactus del jardín

Los cactus son una de las plantas más elegidas en el jardín, puesto que todo el mundo habla de ellos como una de las especies más fáciles de cuidar. Sin embargo, como toda planta, los cactus tienen sus “mañas”, es decir, cuidados fundamentales que no deben pasar desapercibidos para que el cultivo sea exitoso. Aquí revelamos cuáles pueden ser los motivos por los que tus cactus mueren o se secan, de forma que puedas evitar esos errores y conseguir un buen cultivo. 

Regar en exceso

“Los cactus son plantas que han evolucionado para sobrevivir en condiciones de sequía y, por lo tanto, no necesitan mucha agua. El exceso de riego puede provocar la pudrición de las raíces y la muerte de la planta”, aseguran los jardineros de Ecología Verde.

Usualmente, los expertos aconsejan regar una vez al mes en invierno y una vez cada dos semanas en verano. Sin embargo, lo mejor es esperar a que el sustrato de la planta se seque por completo, para volver a regar. Una opción es meter un dedo en la tierra para verificar que no haya humedad en el centro y, entonces, volver a hidratar el cactus.

No tiene el sustrato adecuado

Otro tip en este punto es conseguir un sustrato con buen drenaje, para que el agua pueda escurrirse rápidamente. De esta forma, la planta no se encharcará y no se pudrirán las raíces. Los mejores sustratos para cactus y suculentas “suelen estar compuestos por arena gruesa, turba, perlita y vermiculita”, de acuerdo con Ecología Verde.

Falta de luz solar

Los cactus deben crecer en un sitio con buena luz solar, ya sea directa o indirecta. De acuerdo con los creadores del sitio de jardinería, estas plantas deben recibir luz solar al menos durante seis horas al día. No obstante, hay que tener cuidado cuando la temperatura es demasiado intensa, puesto que puede llegar a quemarlos. En esos casos, lo mejor será llevarlos a rincones con semisombra.

No reciben la temperatura ideal

A la hora de buscar la especie de cactus que quieres tener en casa, debes tener en cuenta las condiciones climáticas. Busca el que mejor se adecúe a la zona en la que vives, puesto que algunos no toleran los fríos extremos.