El incidente que sufrió Marilyn Monroe en los premios Oscar

Faltan muy pocos días para que se lleve adelante una nueva edición de los premios Oscar. El 12 de marzo, muchas celebridades estarán presentes en el Dolby Theatre de Los Ángeles para celebrar lo mejor de la industria cinematográfica. Una de las grandes nominadas es Ana de Armas, quien compite por un galardón tras ponerse en la piel de Marilyn Monroe.

Una estrella que se convirtió en un ícono del séptimo arte, y que solo asistió a los famosos premios en una ocasión. Lo cierto es que no dicha velada no fue como esperaba, ya que sufrió un incidente que terminó en boca de todos.

La única vez que asistió la estrella a los premios Oscar, terminó convirtiéndose en un suceso de polémica. Marilyn Monroe fue invitada al evento como presentadora, ya que había tenido un pequeño cameo en la película Eva al desnudo de Joseph L. Mankiewicz. En aquel entonces, el film obtuvo un total de 14 nominaciones.

En 1951, el año donde se llevó a cabo dicha edición de los premios de la Academia, la intérprete tenía solo 25 años. Había sido elegida para subir al escenario y entregar el premio al Mejor Sonido, una categoría en la que dicha película competía. Al igual que en la actualidad, ese 29 de marzo también contó con la presencia de muchísimas personas en el lugar.

En aquel entonces, el evento se llevó a cabo en el Teatro Pantages y contó con la participación del alcalde de Los Ángeles, Mogens Skot-Hansen, y el gobernador de California, Earl Warren. Cabe destacar que hasta 1953, la premiación no se transmitía por televisión. De esta manera, la audiencia debía vivir la experiencia a través de parlantes.

La actriz había elegido un vestido del diseñador Charles LeMaire (jefe de vestuario de Fox), el cual había lucido originalmente Valentina Cortese en “La casa de la colina“ unos meses antes. Lo cierto es que el vestido abullonado repleto de lentejuelas la hacía lucir muy elegante y bella, pero también le hizo pasar un mal momento a la celebridad.

Unos minutos antes de subir al escenario, Marilyn Monroe notó que el vestido se había roto al costado e insistió con lágrimas no salir a escena. Al ver su desesperación y angustia, una costurera decidió ayudarla y arreglarle la prenda en cuestión de minutos. Después de vivir este momento estresante, la estrella pudo presentar la categoría.

Pese a que nunca salió a la luz con el vestido roto, esta anécdota comenzó a recorrer los pasillos del lugar y terminó volviéndose famosa. Lo cierto es que la estrella impactó a todos con su belleza y demostró que era capaz de brillar en cualquier momento.