El truco definitivo para cultivar peperomia en el jardín, de forma sencilla

Los aficionados al mundo de la jardinería saben que, en este planeta, existe un sinfín de hermosas especies capaces de embellecer cada lugar. Y, sin dudas, una de las más famosas, es la peperomia. Se trata de una planta encantadora y versátil, ideal para embellecer jardines o adornar macetas en interiores.

Las peperomias son famosas por sus hojas carnosas que se presentan en distintas formas, con una amplia variedad de tonalidades que van desde el verde intenso hasta el moteado en tonos de plata, rojo o dorado. Su atractivo radica en su follaje ornamental, que aporta un toque de elegancia a cualquier espacio.

Además de ser grandes aliadas para la decoración de interiores, se les atribuyen beneficios purificadores del aire y propiedades antialérgicas, lo que las convierte en una elección popular para el cultivo en el jardín. Lo mejor es que cualquier persona puede cultivar esta especie, puesto que requiere de cuidados relativamente fáciles. Según los expertos de Ecología Verde, la peperomia se da mejor en ambientes con luz indirecta y sustratos bien drenados. Se recomienda regarlas moderadamente, evitando el encharcamiento, y mantenerlas alejadas de corrientes de aire frío.

Como reproducir cientos de peperomias

Ahora bien, si lo que buscas es llenar el jardín con varios ejemplares de esta especie, los jardineros tienen la técnica ideal para poder reproducir la planta a partir de pocas hojas. Así como lo lees, basta con seleccionar hojas sanas y maduras de la planta madre, sumergirlas en agua a temperatura ambiente y colocarlas en un lugar luminoso, pero sin exposición directa al sol.

Mira el video del truco para reproducir peperomias

Tal como lo muestran en el video de “One Minute Gardening”, se pueden insertar las hojas en los agujeros de la tapa de algún recipiente. En poco tiempo, verás que esas hojas van echando raíces. Una vez que las raíces alcancen un tamaño adecuado, tendremos que descartar el agua y las hojas se pueden trasplantar a un sustrato ligero. Finalmente, solo resta cuidar la nueva planta en condiciones similares a las de su planta madre.