Marco Antonio Solís en Buenos Aires: El hombre perfecto que finalmente encontró a su primavera
La Estrella del Paseo de la Fama de Hollywood, ganador de incontables Gaviotas en Viña del Mar y Grammys, se presentó en la Argentina. Fuimos y te contamos toda la experiencia.
Una marea de sombreros cowboy se apoderó del Movistar Arena la noche del pasado 31 de octubre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Más que simples complementos, estas marcas distintivas le dieron voz a miles de románticos empedernidos, que esa noche estarían dispuestos a ver a su ídolo: Marco Antonio Solís.
Bailarinas con brillos y pieles, más de 15 artistas en escena y un público respetuoso y ansioso por demás, galardonaron la noche en la que un viaje en el tiempo se convirtió en la mejor idea, y los años pasaron a verse teñidos de lujo y elegancia, de bella nostalgia y de agradecer el presente.
En el marco de la gira apodada "El Buki: 2023 World Tour”, el artista mexicano se presentó en la capital bonaerense durante cuatro noches en las que rememoró canciones de cada momento de su extensa trayectoria. El autor de éxitos innumerables como Dónde estará mi primavera, Tu Cárcel o ¿A dónde iremos a parar? dejó el alma en cada show de dos horas y media.
Rápidamente se llena el estadio, desde jóvenes enamorados hasta abuelos que conocieron lo más vibrante del amor, al compás de un atrevido saxofón y una guitarra electro acústica que simulan ser la pareja perfecta, y lo logran. Luego del grito “¿están listos para pasarla bien?” que sería el puntapié inicial, la noche se convertiría en la más inolvidable de todas. Por el despliegue, por el talento, la permanencia en el tiempo y esa idea popular de que “artistas como el quedan pocos y shows de este nivel ya no existen”.
En un medley de las canciones que más representan a El Buki, junto con pantallas en las que muestran todos los premios que ganó en su extensa carrera, todo el Movistar Arena se ve maravillado por tal sofisticación.Y aparece, entre brillos, su cabellera característica junto con la sonrisa que no se iría en ningún momento del espectáculo. Es el inicio de algo único.
No puedo olvidarla es el tema que da arranque a una ovación constante. Y luego de cometer una minúscula alteración en la letra de Dios bendiga nuestro amor, al cambiar “Qué sería de mí sin ti” por “Qué sería de mí sin Argentina”, establecería el acuerdo en el que el público tomaría de brazos abiertos cada entrega a corazón abierto.
“Gracias a mis seguidoras de la tercera edad.Siempre reflexiono que esas personas han sabido vivir, despojar todo aquello que las estorba para ser felices. Que viven intensamente. Aprendamos de ellas”. La felicidad y el respeto, junto con los valores de la familia y el humor son los tópicos más presentes. La búsqueda de ser felices en cada instante, y la bendición de estar vivos.
Se escucha un último acorde en una canción y Marco Antonio divisa un cartel, que prácticamente sería el único, tomado firmemente por una mujer y que dice “Es mi última oportunidad de darte un abrazo”. Seguido de eso, el artista mexicano la invita al escenario para demostrarle gratitud, para darle palabras de aliento, y para pedirles a todos los presentes orar por su salud. Después del abrazo cálido y lleno de esperanza, interpreta su próximo éxito con los ojos llenos de lágrimas, Ese es el don de gente, es el ángel que se necesita para triunfar, el amor por el arte, la vocación.
“Las canciones dolorosas nos curan por dentro y son muy necesarias” fue la introducción de A que me quedo contigo. Como acto seguido, el brindis coronaría la noche, una en la que El Buki levanta un shot de su nuevo tequila Tesoro Azul (que desea pronto comercializar en la Argentina) y brinda por la salud, nuevamente, por el amor y por el presente.
“Para los ausentes presentes, te extraño más que nunca” Y el estadio se funde en una catarata de aplausos que detrás conllevan la expectativa de escuchar una de las canciones que más representa a Marco Antonio Solís. Bailó, demostró que tiene la bendición de seguir dedicándose a lo que lo apasiona, le dio lugar a nuevos artistas en su coro, conformado por tres mujeres y dos hombres, se divirtió, hizo lo que pocos hacen: nombrar a todos los músicos en escena, y dejó todo.
Millones de papeles de colores se posicionan en los lugares más recónditos en la última entrega del cantante en Buenos Aires, y es ahí, con Dónde estará mi primavera de fondo, que queda en claro que la pasión lo es todo, que vale la pena creer en el amor, y que para ser felices solo resta tener la voluntad y poner manos a la obra.