Postre sencillo y sofisticado: panna cotta de vainilla ¡disfruta!

La panna cotta, un postre italiano clásico que se ha convertido en un favorito en todo el mundo, es conocida por su simplicidad y elegancia. Su nombre, que significa crema cocida, evoca imágenes de un postre suave, delicado y lleno de sabor. La panna cotta se ha convertido en una joya culinaria que encanta tanto a expertos gastronómicos como a aficionados por igual. La buena noticia es que, a pesar de su sofisticada apariencia, es sorprendentemente fácil de preparar en casa.

Te llevaremos a un viaje a la cocina italiana y te enseñaré a crear tu propia panna cotta. Con ingredientes simples y pasos sencillos, podrás disfrutar de la indulgencia y la exquisitez de este postre clásico en la comodidad de tu hogar.

La panna cotta es conocida por su textura suave y su sabor delicado, lo que la hace perfecta para adaptarse a una variedad de acompañamientos, desde frutas frescas hasta salsas de frutas y caramelo. Ya sea que desees impresionar a tus invitados en una cena especial o simplemente deleitarte con un postre refinado, esta receta te guiará a través de todos los pasos necesarios para crear tu propia panna cotta casera. ¡Prepárate para enamorarte de este postre italiano clásico! ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

2 tazas de crema espesa, 1 taza de leche entera, 1/2 taza de azúcar granulada, 1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla), 2 1/4 cucharaditas de gelatina en polvo sin sabor, 3 cucharadas de agua fría, frutas frescas o salsa de frutas para decorar (opcional)

 

Procedimiento

1. Comienza por hidratar la gelatina. En un tazón pequeño, mezcla la gelatina en polvo con las 3 cucharadas de agua fría. Deja que repose durante unos minutos para que la gelatina absorba el agua.
2. Mientras la gelatina se hidrata, prepara la infusión de vainilla. Corta la vaina de vainilla a lo largo y raspa las semillas con la parte trasera de un cuchillo. En una cacerola, calienta la crema, la leche, el azúcar, las semillas de vainilla y la vaina de vainilla a fuego medio. Lleva la mezcla casi a ebullición, pero no la hiervas. Retira la cacerola del fuego y permite que la infusión de vainilla repose durante unos minutos.
3. Vuelve a la gelatina que hidrataste en el Paso 1. Si está en forma de grumos, caliéntala suavemente en el microondas durante unos segundos hasta que se disuelva por completo. Luego, agrega la gelatina disuelta a la mezcla de crema y vainilla. Revuelve bien para asegurarte de que la gelatina esté completamente incorporada.
4. Cuela la mezcla de crema y vainilla para eliminar la vaina de vainilla y cualquier posible grumo. Divide la mezcla en moldes individuales para panna cotta. Puedes utilizar copas, moldes de flan o ramequines según tu preferencia.
5. Refrigera los moldes durante al menos 4 horas o hasta que la panna cotta esté completamente cuajada. Este tiempo puede variar según el tamaño de los moldes y la temperatura de tu refrigerador.

Una vez que la panna cotta esté cuajada, puedes desmoldarla con cuidado. Puedes hacerlo sumergiendo el fondo del molde en agua caliente durante unos segundos y luego pasando un cuchillo por los bordes para soltarla. Luego, coloca cada panna cotta en un plato y decórala con frutas frescas, salsa de frutas o un toque adicional de vainilla si lo deseas.

Sirve tus panna cottas recién desmoldadas y decoradas. Este postre es perfecto para ocasiones especiales, ya que su elegante presentación y su sabor suave lo hacen verdaderamente inolvidable.

Es un postre italiano clásico que combina la simplicidad con la sofisticación. Con su textura suave y su sabor a vainilla, es una opción perfecta para finalizar una comida o sorprender a tus seres queridos con un regalo culinario. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.