La miniserie de Netflix de 6 capítulos para hacer una maratón
Se trata de una serie que cuenta la historia de la primera abogada italiana, una huella importante para el feminismo.
Netflix es una de las plataformas elegidas por millones de usuarios alrededor del mundo. Ofrece una extensa variedad de series, películas, documentales, reality shows e incluso programas infantiles que abarcan géneros para todos los gustos. Además, la plataforma ha invertido considerablemente en la creación y producción de contenido original.
A lo largo de los años, se puede decir que Netflix ha contribuido significativamente a cambiar la forma en que las personas consumen contenido audiovisual, permitiéndoles ver programas y películas a la carta, sin depender de horarios de transmisión fijos. Esto ha llevado a cambios en la industria del entretenimiento y ha influido en la forma en que se producen y distribuyen los medios.
Hoy traemos como recomendación una miniserie de seis capítulos producida por Netflix. Se trata de 'La ley de Lidia Poët', una producción italiana que cuenta con tintes de misterio, suspenso y acción. La trama gira en torno a la primera abogada italiana, una mujer inspiradora que intentará luchar por ejercer su profesión.
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"En este atrapante drama de época inspirado en la historia de la primera jurista de Italia, Lidia Poët lucha por ejercer la abogacía mientras investiga homicidios", reza la sinopsis oficial de Netflix. A lo largo de toda la historia, miles de mujeres han luchado por conseguir los mismos derechos que los hombres. Lidia es una de las figuras claves para comprender la lucha del feminismo italiano.
¿Quién fue Lidia Poët?
Lidia Poët nació el 26 de agosto de 1949 en Traversella, una localidad de la provincia de Turín. Como su familia era de clase media-alta, tuvo todas las facilidades y recursos para poder estudiar. De hecho, asistió al Colegio de las Señoritas de Bonneville en Suiza y luego regresó a Italia para terminar sus estudios secundarios, donde obtuvo el título de maestra.
Inspirada por su hermano, Lidia quiso estudiar Derecho en Turín y se graduó como una de las mejores estudiantes de la clase. Sin embargo, cuando llegó el momento de entrar en la Orden de Abogados y Fiscales de Turín, todo se complicó, pues en ese momento las mujeres solo podían ser ayudantes.