El gran secreto de los viveros para resucitar las plantas del jardín

Cuidar nuestras plantas de jardín es crucial para mantener su vitalidad y belleza. Estos seres vivos necesitan atención constante para florecer y mostrar su esplendor natural. Un cuidado adecuado garantiza no solo su crecimiento saludable, sino también un entorno verde y vibrante que alegra nuestro espacio exterior.

Para mantener a nuestras plantas saludables, conocer las necesidades específicas de cada especie es crucial. Por eso, los expertos aconsejan tener idea sobre la cantidad y frecuencia de riego que requiere cada especie, como la luz solar que puede recibir y la ubicación ideal para su desarrollo.

Además de ello, proporcionar un sustrato rico en nutrientes es crucial. El abono es una excelente manera de devolverle a la tierra los nutrientes que las plantas necesitan para crecer fuertes y saludables. Entre tantas formas de abonos existentes, una opción casera muy efectiva puede ser el maní.

De acuerdo con Javier, el creador de “Huerto Adictos”, el maní es ideal para enriquecer el suelo y revitalizar plantas marchitas o resecas. Para prepararlo, se pueden usar cáscaras de maní previamente secas y molidas, es decir, es la forma perfecta para reutilizar las cáscaras y evitar tirarlas. Pues, estas cáscaras son ricas en nutrientes como potasio, calcio y magnesio, elementos esenciales para el crecimiento vegetal.

Mira el video del abono capaz de resucitar las plantas

Para aplicar este abono, simplemente se esparce una capa delgada sobre la tierra alrededor de las plantas y se mezcla suavemente con el suelo. Si lo deseas, puedes añadir un par de cucharadas de borra de café a las cáscaras de maní molido, para potenciar el abono. La descomposición de las cáscaras de maní aportará gradualmente los nutrientes necesarios a las raíces de las plantas, mejorando su salud y vitalidad.

Sin embargo, es importante no excederse con el abono para evitar sobrecargar la tierra. El jardinero aconseja aplicar solo una cucharada de abono sobre la superficie del sustrato, puesto que con esa cantidad es suficiente.