Los métodos infalibles para conservar la fruta y verdura en la nevera
A continuación, traemos cuatro consejos para conservar estos alimentos frescos por más tiempo.
Muchas veces hacemos una compra importante de frutas y verduras con la intención de mantener una alimentación saludable. Sin embargo, a medida que pasan los días, nos encontramos con el difícil desafío de conservar estos alimentos frescos y en buen estado. El hecho de guardar las frutas y verduras en un armario a temperatura ambiente, puede contribuir al deterioro prematuro.
La planificación de comidas y la organización de la nevera son estrategias efectivas para evitar el desperdicio. Al asignar espacios específicos para frutas y verduras, se puede garantizar una mejor visibilidad y recordatorio de su existencia, evitando que se queden olvidadas en el fondo del refrigerador. Sin embargo, guardar en la nevera no es suficiente, por esta razón, hoy traemos varios trucos infalibles para conservar estos alimentos frescos y que duren más.
- Lavar antes de guardar: para que la fruta y verdura se conserve por más tiempo, lo ideal es lavarla antes de almacernar en la nevera. En muchas ocasiones viene con productos rociados o restos de tierra, y estos perjudican su calidad e impiden que se conserven por más tiempo. Cabe aclarar que hay ciertos alimentos que se conservan mejor sin lavarlos, tales como las frutillas, champiñones, hierbas aromáticas y frutos del bosque.
- Usar recipientes de mimbre: lo mejor es retirar las bolsas plásticas y demás envases. Las canastas de mimbre son recipientes perfectos para conservar y alargar la utilidad de las frutas y verduras, ya que al estar compuestos de fibras naturales, facilitan la transpiración de estos alimentos e impiden que se llenen de bacterias y moho.
- Separar los alimentos: uno de los primeros pasos que debemos hacer cuando volvemos de hacer las compras es separar las frutas y verduras. Cada uno tiene propiedades y tiempos de maduración diferentes. De hecho, algunas frutas emiten cantidades de etileno, y esto provoca que las verduras pierdan la clorofila y se echen a perder más rápido.
- Congelar para no desperdiciar: cuando congelamos los alimentos, extendemos su vida útil. Muchas frutas y verduras se pueden congelar para su uso posterior en batidos, sopas o guisos, lo que no solo reduce el desperdicio, sino que también proporciona opciones convenientes para comidas futuras.