Cómo hacer deliciosa pavlova: fácilmente, paso a paso y con éxito
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar una deliciosa pavlova con nuestra receta favorita e imbatible ¡manos a la obra!
La pavlova es un postre que rinde homenaje a la bailarina de ballet rusa Anna Pavlova, y al igual que su homónima, esta creación culinaria es un verdadero espectáculo de gracia y elegancia. Originaria de Australia o Nueva Zelanda (la disputa persiste), la pavlova ha conquistado los corazones de los amantes de la repostería en todo el mundo, convirtiéndose en un ícono culinario de la región.
Imagina un merengue crujiente por fuera, pero sorprendentemente suave y esponjoso por dentro, coronado con una generosa capa de crema batida (nata) y una explosión de frutas frescas. Esta combinación única de texturas y sabores es lo que hace que la Pavlova sea una experiencia gastronómica inolvidable.
Es versátil y se presta a la creatividad, ya que puedes personalizarla con tus frutas favoritas: fresas, kiwis, mangos, frambuesas o una mezcla de todas ellas. Su exterior crujiente y su interior suave se complementan perfectamente con la frescura de las frutas y la suavidad de la crema o (nata), creando un equilibrio gastronómico que deleitará tus sentidos.
Te llevaremos a través de la preparación paso a paso de la pavlova, revelándote los secretos detrás de su creación para que puedas recrear esta maravillosa danza de sabores en tu propia cocina. ¡Prepárate para descubrir la magia de la pavlova y sorprender a tus invitados con este postre divino en tu próxima ocasión especial! ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
Para el merengue: 4 claras de huevo (a temperatura ambiente), 1 taza (200 g) de azúcar granulada, 1 cucharadita de vinagre blanco o jugo de limón, 1 cucharadita de extracto de vainilla, 1 cucharadita de almidón de maíz.
Para la crema o nata y el topping: 1 taza (240 ml) de crema para batir (nata líquida para montar), 2 cucharadas de azúcar glass, 1 cucharadita de extracto de vainilla, frutas frescas al gusto (fresas, kiwis, mangos, frambuesas, etc.), menta fresca (opcional, para decorar).
Procedimiento
Prepara el merengue:
- Precalienta tu horno a 150°C (300°F). Forra una bandeja para hornear con papel pergamino y dibuja un círculo de aproximadamente 20 cm (8 pulgadas) de diámetro en el papel como guía para la pavlova.
- En un tazón grande y limpio, asegúrate de que las claras de huevo estén completamente libres de cualquier rastro de yema o grasa, ya que esto puede evitar que el merengue se monte correctamente.
- Usando una batidora eléctrica o una batidora de pie con el accesorio para batir, comienza a batir las claras de huevo a velocidad media hasta que comiencen a espumar.
- Aumenta la velocidad a alta y, gradualmente, agrega el azúcar granulado, cucharada a cucharada, mientras sigues batiendo. Continúa batiendo hasta que las claras estén brillantes, firmes y formen picos rígidos.
- Agrega el vinagre blanco o jugo de limón, el extracto de vainilla y almidón de maíz. Bate nuevamente a velocidad alta durante unos segundos hasta que todo esté bien incorporado.
- Con mucho cuidado, coloca las claras batidas en el centro del círculo dibujado en el papel pergamino. Usa una espátula o una cuchara para crear una especie de nido o cuenco en el centro, dejando los bordes más altos.
- Reduce la temperatura del horno a 120°C (250°F) y coloca la bandeja con el merengue en el horno precalentado.
- Hornea la pavlova durante 1 hora y 15 minutos o hasta que el exterior esté crujiente y ligeramente dorado. El interior debe seguir siendo suave y esponjoso.
- Apaga el horno y deja la pavlova dentro con la puerta entreabierta durante al menos 1 hora o hasta que se enfríe completamente. Esto evita que se agriete bruscamente.
- Mientras la pavlova se enfría, prepara la crema batida (nata) En un tazón frío, bate la crema para batir (nata)a velocidad media hasta que comience a espesar. Luego, agrega el azúcar glass y el extracto de vainilla y sigue batiendo hasta que la crema forme picos suaves.
- Con mucho cuidado, retira la pavlova del papel pergamino y colócala en un plato de servir.
- Rellena el centro de la pavlova con la crema batida (nata), extendiéndola suavemente hacia los bordes.
- Cubre generosamente la crema batida (nata) con las frutas frescas de tu elección. Puedes crear un patrón o dejarlas de manera desordenada, ¡la elección es tuya!
Sirve la pavlova inmediatamente o guárdala en el refrigerador hasta que estés listo para servirla. La pavlova es mejor cuando se sirve el mismo día en que se hace, ya que el merengue tiende a ablandarse con el tiempo.
La pavlova es una experiencia de postre única que combina la ligereza del merengue con la frescura de las frutas y la suavidad de la crema batida (nata). Cada bocado es una explosión de sabor y textura que deleitará tus sentidos. ¡Y a disfrutar! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.