Prepara una deliciosa mermelada de arándanos casera: paso a paso
Aprende paso a paso y fácilmente a preparar una deliciosa mermelada de arándanos con nuestra receta favorita e imbatible.
La mermelada de arándanos es una auténtica joya culinaria que captura la esencia de la temporada de arándanos frescos en un frasco. Con su vibrante color morado y su sabor agridulce inconfundible, esta mermelada se ha ganado un lugar especial en nuestros corazones y mesas de desayuno.
Las pequeñas y jugosas bayas de arándano, que crecen en arbustos silvestres en muchas partes del mundo, son el ingrediente principal de esta deliciosa conserva.
La mermelada de arándanos es una deliciosa fusión de lo dulce y lo ácido, lo que la convierte en el acompañamiento perfecto para una variedad de alimentos. Se puede untar generosamente sobre tostadas crujientes, mezclar con yogur cremoso o incluso servir como relleno de postres.
Su versatilidad culinaria y su sabor fresco y afrutado la convierten en un verdadero tesoro gastronómico. Desde la selección de los ingredientes más frescos hasta el envasado de la mermelada en frascos, descubrirás cómo crear esta delicia en tu propia cocina. ¡Prepárate para embarcarte en un viaje culinario que culmina en la satisfacción de disfrutar de una mermelada casera excepcionalmente deliciosa! ¡Vamos a la receta!
Ingredientes
4 tazas de arándanos frescos, 2 tazas de azúcar granulada, 2 cucharadas de jugo de limón fresco, 1 cucharadita de ralladura de limón (opcional, para dar sabor), 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional), 1/4 de cucharadita de sal.
Procedimiento
- Comienza por enjuagar bien los arándanos bajo agua fría en un colador. Asegúrate de eliminar cualquier tallo o hojas que puedan haber quedado en los arándanos. Luego, coloca los arándanos en una olla grande y profunda.
- A fuego medio, comienza a calentar los arándanos en la olla. Agrega el azúcar, el jugo de limón y la ralladura de limón (si estás utilizando) a los arándanos. La ralladura de limón aporta un toque cítrico adicional que realza el sabor de la mermelada.
- Lleva la mezcla de arándanos a ebullición a fuego medio-alto, revolviendo constantemente para asegurarte de que el azúcar se disuelva por completo. Una vez que la mezcla hierva, reduce el fuego a bajo para que hierva a fuego lento.
- Cocina a fuego lento la mezcla de arándanos durante aproximadamente 30-40 minutos, revolviendo ocasionalmente. La mermelada comenzará a espesarse a medida que los arándanos se rompan y se libere su jugo natural.
- Para comprobar si la mermelada está lista, puedes hacer una prueba de gelificación. Coloca un plato pequeño en el congelador durante unos minutos. Luego, toma una pequeña cantidad de la mermelada caliente y colócala en el plato frío. Si la mermelada se arruga y tiene una textura gelatinosa cuando la tocas con el dedo, está lista. Si no, continúa cocinando y prueba nuevamente en unos minutos.
- Si lo deseas, agrega el extracto de vainilla y la sal a la mermelada cocida y mezcla bien. La vainilla aporta un toque de sabor extra y la sal realza los sabores.
- Lava y esteriliza los frascos de vidrio en los que vas a envasar la mermelada. Puedes hacerlo sumergiéndolos en agua hirviendo durante unos minutos o utilizando el ciclo de esterilización en tu lavavajillas. Asegúrate de que los frascos estén todavía calientes cuando viertas la mermelada.
- Usando un embudo, llena los frascos esterilizados con la mermelada caliente, dejando aproximadamente 1/4 de pulgada de espacio en la parte superior. Esto permite que la mermelada se expanda cuando se enfría sin romper los frascos.
- Limpia los bordes de los frascos para asegurarte de que no haya restos de mermelada que puedan interferir con el sellado. Luego, coloca las tapas y los anillos en los frascos y ajústalos firmemente.
- Para preservar la mermelada durante más tiempo, puedes optar por un proceso de conservación en agua caliente. Sumerge los frascos llenos en una olla grande de agua hirviendo durante 10 minutos. Asegúrate de que los frascos estén completamente cubiertos de agua. Luego, retira los frascos del agua caliente y déjalos enfriar a temperatura ambiente. Escucharás un sonido de "chasquido" a medida que los frascos se sellen herméticamente. Almacena los frascos de mermelada en un lugar fresco y oscuro. La mermelada de arándanos casera puede durar hasta un año si se almacena adecuadamente.
Ahora tienes una deliciosa mermelada de arándanos casera lista para disfrutar en tus desayunos y meriendas. ¡Disfruta! Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad