¿Posponer la alarma afecta nuestro sueño? Qué dicen los científicos
Al despertarse, una vez que sentimos las alarmas, empezamos a sentir la famosa "inercia del sueño".
En más de una oportunidad, las personas colocan varias alarmas o despertadores con el fin de levantarse a un determinado horario y así empezar la rutina. Sin embargo, en ocasiones, el sueño o las ganas de dormir son tantas, que se posponen cada una de esas alarmas con el deseo de dormir los famosos “5 minutos más”.
A pesar de que cualquiera pueda creer que dormir ese tiempo extra puede ser positivo para nuestro descanso, los científicos estudiaron ese hábito hasta revelar las consecuencias que podría traer para el sueño a largo plazo, así como para la salud de las personas.
Qué es la inercia del sueño y cuáles son las consecuencias
La inercia del sueño es un fenómeno que afecta a muchas personas a diario y puede tener consecuencias negativas en su vida diaria. Se refiere a la tendencia de no levantarse al sentir las alarmas o despertadores por la mañana. En lugar de reaccionar de inmediato, muchas personas se quedan en la cama, posponen el momento de levantarse y, en última instancia, corren el riesgo de llegar tarde a sus compromisos, ya sea el trabajo, la escuela o cualquier otra actividad importante.
“Cada vez que te despertás y posponés la alarma, tu cerebro y se había despertado, pero ahí volvés a intentar dormirte. Cuando volvés a dormirte, tu cerebro empieza un nuevo ciclo de sueño que tara hasta 90 minutos en completarse. Y si te despertás a los cinco minutos, estás interrumpiendo ese ciclo de 90 minutos”, advierte el usuario de Tik Tok “Coach Martin”.
Una vez que nos levantamos, podemos sentirnos mucho más cansados de lo habitual. Pues, estamos sacrificando tiempo de sueño de calidad al hacer pausas de cada 5 minutos con las alarmas. Es más, los científicos dicen que la inercia del sueño puede provocar fatiga crónica, disminución del rendimiento cognitivo y físico, irritabilidad y un mayor riesgo de enfermedades crónicas.