¡Un festín de color y sabor! Tarta de frutas frescas para todos

La tarta de frutas frescas es un auténtico regalo para los sentidos y un homenaje a la frescura y la vitalidad de la naturaleza. Este delicioso postre combina una base de masa crujiente, una capa de crema batida suave y una variedad de frutas frescas que estallan en sabor y color.

Cada bocado es una experiencia que te transporta a un jardín de ensueño, donde la dulzura de las frutas se encuentra con la indulgencia de la crema (nata), creando un equilibrio perfecto entre frescura y indulgencia.

Lo que hace que la tarta de frutas frescas sea tan especial es su versatilidad. Puedes utilizar una amplia variedad de frutas de temporada, lo que la convierte en un postre ideal para cada época del año.

Ya sea con fresas jugosas en primavera, melocotones maduros en verano o manzanas crujientes en otoño, esta tarta es una forma deliciosa de celebrar la frescura de la naturaleza en tu mesa.

Te llevaremos a través de los pasos para crear tu propia tarta de frutas frescas, un postre que impresionará a tus invitados y te permitirá disfrutar de la belleza y el sabor de la naturaleza en cada rebanada. Es una forma perfecta de celebrar la abundancia de la temporada y consentir a tus seres queridos con un festín visual y culinario. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes

Para la masa: 1 ½ tazas (180 g) de harina de trigo, 1/4 de taza (30 g) de azúcar glass, 1/2 taza (115 g) de mantequilla fría cortada en cubos, 1 huevo grande, 2 cucharadas de agua fría.

Para el relleno: 1 taza (240 ml) de crema batida (nata montada), 1/2 taza (100 g) de azúcar glass, 1 cucharadita de extracto de vainilla.

Para las frutas: una variedad de frutas frescas de temporada (como fresas, kiwis, uvas, arándanos, melocotones, etc.), lavadas y cortadas en rodajas o trozos según tu preferencia.

Para el glaseado (opcional): 1/4 de taza (30 g) de mermelada de albaricoque o melocotón, 1 cucharada de agua.

 

Procedimiento

Preparación de la masa:

1. En un tazón grande, mezcla la harina de trigo y el azúcar glass.
2. Agrega la mantequilla fría en cubos y usa un cortador de masa o tus dedos para trabajar la mantequilla en la harina hasta que la mezcla se parezca a migajas gruesas.
3. En un tazón pequeño aparte, bate el huevo y agrega 2 cucharadas de agua fría. Luego, vierte la mezcla de huevo sobre la masa y mezcla hasta que todo esté bien combinado y la masa se forme en una bola. Si es necesario, agrega una cucharada adicional de agua.
4. Envuelve la masa en film transparente y refrigérala durante al menos 30 minutos.

Prepara el relleno y las frutas:

1. Mientras la masa se enfría en el refrigerador, prepara el relleno. En un tazón grande, bate la crema batida (nata montada) hasta que comience a tomar cuerpo. Luego, agrega el azúcar glass y el extracto de vainilla y continúa batiendo hasta que la crema esté firme y tenga picos suaves. Refrigera hasta su uso.
2. Lava, pela y corta las frutas en rodajas o trozos según tu preferencia. Asegúrate de que estén bien escurridas para evitar que la humedad empape la tarta.

Arma la tarta:

1. Precalienta tu horno a 190°C (375°F).
2. Saca la masa del refrigerador y extiéndela en una superficie enharinada para que tenga aproximadamente 12 pulgadas (30 cm) de diámetro, lo suficientemente grande como para cubrir el fondo y los lados de un molde para tarta de 9 pulgadas (23 cm) de diámetro.
3. Transfiere la masa al molde para tarta y presiónala suavemente en el fondo y los lados del molde. Puedes cortar el exceso de masa en los bordes si es necesario.
4. Hornea la masa en el horno precalentado durante 15-18 minutos o hasta que esté dorada. Retira del horno y deja enfriar completamente en el molde sobre una rejilla.
5. Una vez que la base de masa esté completamente fría, extiende la crema batida (nata montada) sobre la base en una capa uniforme.
6. Coloca las frutas frescas sobre la crema batida de manera decorativa. Puedes ser creativo con el diseño y crear patrones o simplemente colocarlas de manera aleatoria.

Opcional para el glaseado:

Si deseas darle un brillo adicional a tu tarta, puedes preparar un glaseado. En una cacerola pequeña, calienta un poco de  mermelada de albaricoque o melocotón con una cucharada de agua y pinta las fruatas que elijas.

Ya tienes lista esta riquísima tarta de frutas frescas. Un festín de color y sabor en tu mesa. Una opción ideal para añadirle las frutas que sean de estación. ¡Y a disfrutar!Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.