Natillas de convento: todos los trucos para que te salgan perfectas y super deliciosas
Aprende paso a paso a preparar unas exquisitas natillas de convento, perfectas para cualquier ocasión.
Las natillas tienen un origen desconocido, pero se cree que surgieron en los conventos europeos ¿por qué? Por la sencillez de su elaboración y sus ingredientes económicos: leche, huevos, azúcar, algo que convertía a este postre en un plato perfecto para los conventos. Otra teoría es la creencia de que surgió en la época del Renacimiento. ¿Cuál te parece que es la hipótesis correcta?
Ingredientes
250 ml. de leche entera
35 g. de azúcar
3 yemas de huevo grandes
1 cucharada de aroma de vainilla
1 cucharadita tipo postre de canela molida
2 galletas para decorar
Rinde 2 porciones
Procedimiento
El primer paso para preparar este exquisito postre, natillas de convento, es comenzar separando y reservando medio vaso de leche y, el resto necesario para esta receta, verterlo en un cazo pequeño. A este mismo, añádele el azúcar y llévalo a fuego suave. Al mismo tiempo, remueve hasta que el azúcar se disuelva y, cuando la leche comience a hervir, retíralo del fuego.
Lo que harás ahora es separar las yemas de las claras, reservando estas últimas para otros postres como, por ejemplo, pavlova, macarons, etc. Luego de esto, añade las yemas al vasito con la leche reservada y remueve bien para integrar. Vierte la mezcla en el cacito junto con la esencia de vainilla y la canela molida. Vuelve a colocar al fuego y cocina a temperatura media baja hasta que la mezcla espese, sin dejar de remover.
El próximo paso, para evitar que el natilla se corte, es mantener la temperatura de la mezcla por debajo de los 83°C. Dirás: ¡qué sencillo, pero no tengo termómetro! No te preocupes, una vez que la mezcla empiece a espesar, retírala del fuego y reserva. Por último, reparte las natillas en dos cuencos o moldecitos y decóralas con una galleta cada uno. Una vez que se atemperen, las guardarás en el refri hasta el momento de servir. ¡Y listo!
Estas natillas quedan con una textura super cremosa y suave. Además, este postre puedes prepararse de un día para otro, ya que quedan mejores al día siguiente. Una vez hechas, pueden aguantar en el refri unos 3 días.
Como notarás, esta receta es super sencilla y podrás hacerla sin mayores inconvenientes. No tienes que ser un repostero con años de experiencia para poder elaborarla ¡eso es lo mejor! Morimos de ganas de saber cómo te salió este postre exquisito. Recuerda, si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas, nos puedes contactar a cocinemosjuntosmdz@gmail.com te contestaremos a la brevedad.