No poder dormir después de la medianoche podría provocar pensamientos y conductas dañinas en las personas

En diferentes ciudades se lleva un estilo de vida más tardío, la cena sucede cerca de las 10 de la noche y, por ende, la sobremesa charlando y compartiendo un capítulo de una serie suele extenderse hasta más tarde. Por otro lado, a pesar de la cultura que se tenga en cada país, hay una realidad que está afectando al mundo y esta es el insomnio, muchas veces provocado por el consumo tecnológico. Los usuarios pueden pasar horas y horas viendo el contenido de plataformas como Tik Tok, Twitter o Instagram, en lo que debería ser su tiempo de descanso. Así, las personas llegan a dormirse pasada la medianoche, afectando su ciclo de sueño. 

Sobre esto se centró un nuevo estudio titulado Mind After Midnight (La mente después de la medianoche), que fue realizado por investigadores de las universidades de Harvard y Pennsylvania, y publicado en la revista Frontiers in Network Psychology. La hipótesis planteada dice que al seguir despiertos después de la medianoche, “en la mayoría de las personas se producen cambios neurofisiológicos en el cerebro que alteran la forma en que interactuamos con el mundo, especialmente las acciones relacionadas con el control de los impulsos, el procesamiento de recompensas y el procesamiento de información”, explican desde Infobae. 

Concretamente, los especialistas consideraron que tales modificaciones en nuestro cerebro podrían incidir en la visión del mundo de forma mucho más negativa, por lo que pueden verse involucrados pensamientos y comportamientos dañinos, y se lleguen a tomar decisiones impulsivas. No poder dormir después de la medianoche, además, suele afectar otras áreas de la vida de las personas como la laboral o familiar, puesto que no se toma conciencia de las consecuencias que conllevan las conductas dañinas. Los comportamientos dañinos de los que se habla son el suicidio, los delitos violentos y el consumo de sustancias.

Elizabeth B. Klerman, investigadora, profesora de Neurología en la Facultad de Medicina de Harvard y autora principal del artículo, explicó: “La idea básica es que, desde un punto de vista evolutivo, global y de alto nivel, el reloj circadiano biológico interno está sintonizado hacia procesos que promueven el sueño, no la vigilia, después de la medianoche”. 

Esta vigilia no afecta solamente a las personas con insomnio, pues existen diferentes profesiones que requieren que los empleados estén despiertos durante la noche, provocando los mismos efectos en su salud mental. Estos pueden ser trabajadores de la salud, policía, personal militar y gastronomía, por ejemplo. “Hay millones de personas que están despiertas en medio de la noche, y hay bastante buena evidencia de que su cerebro no está funcionando tan bien como lo hace durante el día. Mi petición es que se realicen más investigaciones para analizar eso, porque su salud y seguridad, así como la de los demás, se ven afectadas”, insistió Klerman. 

La especialista también explica que la influencia circadiana en la actividad neuronal de nuestro cerebro cambia durante las 24 horas del día, provocando diferentes percepciones del mundo. En este sentido, los pensamientos positivos tienden a presentarse durante la mañana, cuando las influencias circadianas están sintonizadas con la vigilia. A diferencia, el efecto negativo es más común durante la noche, cuando es hora de dormir.