Con chocolate negro: prepara una deliciosa panna cotta
Disfruta de un postre cremoso y con mucho sabor desde la comodidad de tu casa. Aprende cómo preparar una panna cotta de chocolate que deleitará y sorprenderá a todos tus invitados.
La panna cotta es un postre clásico de la repostería italiana que saca el máximo provecho de su ingrediente principal, la crema, y la hace cuajar con gelatina lo que le aporta un sabroso gusto dulce. La panna cotta suele servirse fría o a temperatura ambiente y se asemeja mucho al flan, aunque la textura de la panna cotta es mucho más cremosa. Disfruta de crear este delicioso platillo con nuestra receta que podrás preparar en porciones individuales y degustar cuando quieras.
Para preparar la receta de hoy necesitarás cacao en polvo y chocolate en barra. Te recomendamos utilizar chocolate semiamargo o amargo al 70% para que tu postre tenga un verdadero sabor y aroma a chocolate. Si quieres darle un toque especial a tu postre, puedes utilizar un molde de silicona o un molde desmontable. Sigue leyendo y prepara un delicioso postre.
Ingredientes:
- 500 mililitros de nata
- 70 gramos de azúcar
- 4 hojas de gelatina
- 180 gramos de chocolate 70-80 %
- 2 cucharadas soperas de cacao en polvo
Procedimiento:
Primero debes hidratar las hojas de gelatina. A continuación, colócalas en un bol cubiertas con agua fría durante 10 minutos.
En una olla añade la nata a calentar a fuego medio y, seguido, incorpora el azúcar. Mueve poco a poco para que se mezcle bien el azúcar y no se pegue. Deja hasta que esté caliente y a punto de hervir.
Antes de que empiece a hervir, retira la olla y añade el chocolate troceado para que sea más fácil deshacerse. Deja el chocolate unos segundos dentro de la nata caliente sin moverlo. Pasados unos segundos, empieza a remover la mezcla hasta que el chocolate esté totalmente deshecho.
Escurre bien las hojas de gelatina e introducelas una a una a la mezcla de chocolate caliente. Remueve para que se disuelvan bien.
Incorpora la mezcla de chocolate en vasos para servir, flaneras o en copas. Seguido, unta con un poco de mantequilla o con aceite para que sea más fácil de desmoldar. Deja que se enfríe la panna cotta y, después, introduce en la nevera unas 3-4 horas o de un día para otro.
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