Cómo lograr que tu perro no haga más pozos en tu jardín

Muchas veces nuestras adorables mascotas pueden provocarnos grandes dolores de cabeza haciendo pozos y cavando por todos lados. Esto puede provocar que pensemos en si tener un bello jardín y un perro son situaciones compatibles. La respuesta siempre será un sí, aunque puede llevar algo de tiempo, aprendizaje, estrategias y constancia.

Es importante primero destacar que algunas razas pueden resultar más propensas a este tipo de comportamientos, mientras que otras lo harán solo en circunstancias determinadas como, por ejemplo, la búsqueda de un reparo al calor, llamar la atención o la falta de actividad física.

Por qué los perros cavan el jardín

Existe un sinfín de razones, pero la más importante es que forma parte de su instinto. Por lo tanto, esto puede ocurrir en algunas ocasiones. Sin embargo, debemos procurar que nuestro jardín no presente condiciones que incentiven este comportamiento.

Antes de retar a tu mascota por lo que ha hecho, indaga si algún otro animal eligió tu jardín para resguardarse. Esta es una de las razones más comunes por las que los perros pueden realizar pozos.

Otra de las situaciones que pueden terminan provocando este tipo de eventos puede ser producida por los propios dueños de casa. Por ejemplo, si recientemente una de tus mascotas ha fallecido, probablemente no sea la mejor idea enterrarla en tu jardín.

El mismo escenario se puede dar con desechos orgánicos o de otro tipo que hayas depositado bajo tierra, recuerda de los canes tienen un gran sentido del olfato.

La búsqueda de un resguardo es otra de las causas más frecuentes por la que los perros pueden hacer pozos, generalmente estos estarán ubicados en la sombra y en espacios húmedos donde puedan hacerle frente al calor.

Cómo lograr que los perros no hagan pozos en el jardín

Hace tiempo se sabe que los castigos no resultan eficientes para corregir comportamientos en las mascotas por eso de nada servirán en este caso.

Primero, debes asegurarte que tu perro tenga la atención y ejercicio suficiente. Sacarlo a pasear y darle algunos juguetes puede corregir rápidamente esta conducta.

Para disuadirlo también puedes utilizar métodos que no le hagan daño, como colocar algunas gotas de vinagre o cáscaras de cítricos en los lugares donde suele cavar.

Otra forma es otorgándole un espacio donde pueda divertirse como, por ejemplo, un arenero.