Crianza: cómo hablar de la muerte de un ser querido con los niños

A pesar de que los padres intenten proteger a sus hijos e hijas de las adversidades diarias de la vida, existen momentos en la crianza en los que determinados temas dolorosos no se pueden ocultar. Uno de ellos es la muerte.

La pérdida de un ser querido y el proceso de duelo es uno de los más dolorosos y complicados para los adultos, en los niños puede resultar un poco más complejo debido a la falta de entendimiento o comprensión total del tema.

Desde UNICEF elaboraron un informe en donde se establecen algunas pautas para poder hablar con los niños y niñas más pequeños sobre el tema y ayudarlos a enfrentar este momento.

Cómo hablar de la muerte con los niños

Lo primero que debemos comprender es que el sufrimiento es experimentado de diferentes formas según la edad, la capacidad intelectual y hasta la personalidad. Por lo tanto, las reacciones que se obtengan pueden ser diversas y hasta impredecibles.

Lo importante es poder darle alguna mínima explicación sobre la muerte en caso de una consulta y no molestarse si los niños preguntan acerca de la persona de falleció o las reacciones de dolor de los otros adultos.

Hasta los cinco años, los niños no comprenden nociones como que la muerte será un estado permanente y pueden consultar si esa persona regresará. Al notar la ausencia, pueden aferrarse a objetos o personas de su entorno o mostrar comportamientos regresivos como mojar la cama.

Entre los 6 y 11 años ya podrán comprender que las ausencias serán permanentes y esto puede provocar angustia o temores acerca de que esto le ocurra a otro miembro de la familia.

Consejos para poder hablar correctamente

• Este tipo de noticias no deben ocultarse y se deben realizar con el menor retraso posible.
• Si el niño lo consulta es bueno explicar el motivo del por qué ocurrió.
• Lo mejor es hacerlo en un lugar tranquilo y seguro donde los niños puedan expresarse libremente
• No se deben usar eufemismos y se tiene que intentar ser lo más claro posible sin temer a las palabras.
• Se debe tener paciencia ya que es normal que los niños reaccionen pareciendo no escuchar la noticia y tal vez puedan volver a consultar sobre el tema.