Jardinería

Cómo eliminar las hormigas del limonero

Los limoneros son árboles bastante sensibles a recibir visitas de plagas y enfermedades. Descubre cómo mantener tu jardín protegido.

Napsix viernes, 21 de enero de 2022 · 10:40 hs
Cómo eliminar las hormigas del limonero
Foto: shutterstock.

No resulta nada agradable que nuestro limonero de nuestro jardín esté atestado de hormigas, sin embargo, no deberíamos preocuparnos mucho por ellas. Incluso, su aparición puede ayudarnos a darnos cuenta que nuestro árbol está en problemas.

Es que, las hormigas establecen una relación bastante particular con algunas plagas como los pulgones o la cochinilla. Estas últimas segregan una melaza que les sirve de alimento a las hormigas y, a cambio de esto, ellas les ofrecerán protección de posibles depredadores. Por lo tanto, cuando existe una gran población en algún árbol frutal, hortaliza o planta, hay enormes posibilidades de que no hayamos percibido la presencia de algún insecto dañino.

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Sin embargo, identificar qué plaga está afectando a nuestro limonero puede ser algo complicado. Esto se debe a que los cítricos son especialmente sensibles a varias enfermedades, hongos e insectos que pueden hacerles daño.

Una de las más comunes es la mosca blanca de los cítricos, la cual deja pequeñas manchas blancas y pegajosas en el envés de las hojas. Por esta razón es que suele confundirse fácilmente con la cochinilla algodonosa. Con la aparición de esta plaga, la presencia de hormigas es muy común.

Para que estas últimas abandonen el limonero, es imprescindible eliminar su fuente de alimento. Actuar de forma rápida es fundamental porque existe la posibilidad de que estos insectos terminen matando la planta o que aparezcas hongos como la fumagina que se aprovechen de esas heridas y empeoren la situación.

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Para poder hacerlo con éxito requerirá una tarea manual. Se deberá tomar un paño o algodón humedecido y limpiar la superficie de cada hoja que presente ese tipo de mancha blanca.

Una vez limpia se pulverizará el árbol con jabón potásico diluido (se recomienda una cucharada por litro de agua). También se puede utilizar jabón blanco o jabón en pan. Siempre es mejor que la pulverización se realice en las últimas horas de la tarde.

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