Falta de nutrientes en el jardín: cómo detectar qué necesita mi planta

Ver que las plantas de nuestro jardín no se ven con su natural esplendor a pesar de cuidarlas y regarlas periódicamente es bastante frustrante, sobre todo cuando no sabemos bien qué les puede ocurrir. Muchas veces esto se debe a la falta de nutrientes.

Como todo ser vivo, la vegetación también necesita de una buena alimentación y la consiguen a través del suelo. Es por eso que tenemos que conseguir que la tierra de los canteros o el sustrato de las macetas siempre esté en óptimas condiciones.

Si una planta sufre carencias de determinadas sustancias comenzará a mostrar síntomas, saber detectarlos es importante para poder hacer algo al respecto y lograr que ellas se recuperen.

Son alrededor de 13 los nutrientes deben estar presentes divididos en dos grupos: macro y micro. En el primer conjunto están: el nitrógeno (N), el fósforo (P), el potasio (K), el magnesio (Mg), el calcio (Ca) y el azufre (S).

En el segundo se encuentran: el hierro (Fe), el manganeso (Mn), el zinc (Zn), el boro (B), el cobre (Cu), el molibdeno (Mo) y el cloro (Cl).

Como primera regla podemos observar que, cuando los brotes u hojas jóvenes son las que presentan los síntomas, entonces el problema es de micronutrientes. En tanto, si la debilidad está en las hojas viejas o tallos troncosos se debe a carencia de macronutrientes.

Si hay insuficiencia de calcio o hierro las consecuencias se mostrarán en las zonas jóvenes. La escasez de calcio provoca un crecimiento atrofiado o deformado. En tanto, falta de hierro las hace ver blanquecinas o amarillas, mientras que las nervaduras permanecen verdes.

Síntomas en hojas antiguas

Insuficiencia de nitrógeno: hojas superiores verde claro, hojas inferiores amarillentas.

Insuficiencia de potasio: amarillento en las puntas y en las orillas.

Insuficiencia de manganeso: puntos amarillos.

Insuficiencia de fósforo: color verde apagado y opaco.