Imperdible: cómo y cuándo se verá la lluvia de estrellas Eta Acuáridas
La lluvia de estrellas que se originó a partir del cometa Halley podrá disfrutarse a simple vista en el cielo de Argentina en la madrugada de este miércoles.
Las Eta Acuáridas volverán a ofrecer su espectáculo en el cielo durante la madrugada del miércoles 5 de mayo. En Argentina, se podrán observar a simple vista y su mayor esplendor será a las 4.30 de la mañana.
Luego de que la súper luna rosa del 8 de abril nos encandilara las pupilas, un nuevo fenómeno llegara para los amantes de la astronomía. Se trata de la lluvia de estrellas Eta Acuáridas que, en el hemisferio sur, podrán ser disfrutadas con solo mirar el cielo y sin la necesidad de telescopio.
Si bien el año inició con el paso de los meteoros de las cuadrántidas –el 3 de enero- y las líridas – el 22 de abril-, las Eta Acuáridas son las de mayor intensidad y visibilidad en esta parte del mundo con cerca de 50 estrellas fugaces por hora que viajan a unos 70 kilómetros por hora.
Pero su majestuosidad en los cielos no es lo único que hace a esta lluvia de meteoros especial. Es que este fenómeno se conformó a partir de restos del cometa Halley que han quedado en la desperdigados en su órbita, dentro de la constelación de Acuario y es de allí que toman su nombre.
El planeta Tierra entre abril y mayo de cada año atraviesa esta trayectoria orbital y es el momento en que podemos observar los meteoritos de dejó a su paso.
El cometa Halley es uno de los más estudiados y conocidos en la astronomía. Fue en 1986 que pudo verse y se espera que sea recién en 2061 debido a que su recorrido en torno al sol se estima entre los 75 y 76 años.
Cuando la Tierra vuelve a traspasar la órbita del cometa, en octubre, se produce la lluvia de estrellas llamadas Oriónidas que son percibidas desde el hemisferio norte.
Según los especialistas, la fase lunar menguante será beneficiosa para la observación de este espectáculo, pero siempre es recomendable posicionarse en un lugar donde su luminosidad no afecte.
Sin embargo, la contaminación lumínica de las ciudades y la nubosidad son los factores que más pueden llegar a complicarnos a la hora de querer disfrutar de este fenómeno.