Sin horno: prepara un súper cheescake de chocolate blanco ¡una delicia en 4 pasos!

El cheesecake o pastel de queso es uno de los postres más deliciosos y con esta receta también muy fácil de hacer. Las alternativas a la hora de presentarlo puede ser individual o para la mesa familiar. En la cocina se puede innovar con algunos ingredientes y sorprender a nuestros comensales con una receta que permite combinarla de mil maneras.

El tradicional cheesecake debe cocinarse en el horno, la receta que hoy te enseñamos es mucho más sencilla y liviana. Con el sabor a chocolate blanco y la crocantés de la masa ¡verás que es una súper receta! Querrás más invitaciones para sorprender a todos con esta delicia.

Ingredientes:

Para la masa:

• 120gr de mantequilla sin sal
• 250gr de galletas de chocolate a elección o de vainilla

Para el relleno:

• 150gr de chocolate blanco cobertura
• 2 cucharadas de agua caliente
• 1 cucharada de gelatina en polvo sin sabor
• 500gr de queso crema 
• 250 gr de nata o crema para montar
• 150gr de azúcar impalpable
• 100gr de chocolate negro cobertura

Preparación:

Comenzamos haciendo la base de nuestro cheesecake. Para ello derretimos la mantequilla en el microondas o baño maría y trituramos las galletitas en una procesadora hasta obtener un polvo. Mezclamos la mantequilla con las galletas y las colocamos sobre el molde que vayamos a utilizar. Es recomendable utilizar un molde desmontable o cubrir el molde con papel aluminio.

Colocamos la mezcla en la base y con ayuda de una cuchara presionamos para obtener una base compacta. Llevamos a la heladera a enfriar mientras hacemos el relleno.

Para el relleno derretimos el chocolate blanco a baño maría, removiendo y cuidando que el chocolate no entre en contacto con el agua o vapor. Cuidado aquí porque el chocolate blanco es más delicado y es más propenso a quemarse, por lo que es necesario estar al pendiente. Una vez derretido, dejamos descansar para que baje un poco su temperatura.

En un bowls pequeño colocamos la gelatina en polvo sin sabor y la diluimos en agua caliente, llevamos a baño maría para que se disuelva bien y dejamos reposar hasta que enfríe.

Luego en otro bowls, batimos el queso crema, la nata y el azúcar hasta formar una mezcla suave. Agregamos el chocolate y seguimos batiendo hasta que se incorpore y por último agregamos la gelatina e integramos bien. Un consejo es que para evitar grumos es mezclar con la gelatina una cucharadita de la preparación antes de incorporarla, así igualamos densidades.

Volcamos la preparación en la base de galletas y dejamos enfriar por al menos 4 horas para que la torta cuaje. Para decorar podemos rallar un poco de chocolate negro colocar virutas por encima y colocar frutos del bosque. ¡Y listo, a disfrutar!

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