Realeza: estos son los momentos más incomodos de la reina Isabel II con celebridades

La reina Isabel II debe seguir al pie de la letra las reglas del protocolo real cuando se relaciona con las personas que la rodean. Cuando se trata de famosos no deben quedarse atrás ante dicha norma, por lo que esto les ha generado nerviosismo e incomodidad al conocerla.

La reina de Inglaterra también ha vivido momentos vergonzosos ante la presencia de algunos famosos, como le ocurrió en el año 2002 con el estreno de la película 007: otro día para morir. Su majestad fue presentada a Madonna y no tenía la mínima idea de quién era. Un ayudante le dijo a la reina que Madonna había grabado el tema de la película, por lo que Isabel respondió: “Oh, ¿de verdad? Madonna se quedó helada y no podía parar de reírse. La incomodidad aumentó ampliamente cuando le preguntó a John Cleese, que participó como personaje secundario de la película, y le preguntó “¿Y tú a qué te dedicas?”.

El ex presidente de los Estados Unidos de América Barack Obama, en una cena de Estado en el Reino Unido en el 2011, luego que  la Reina hiciera un emotivo brindis por el entonces presidente, subió al escenario, levantó una copa y dijo: “Por su Majestad, la Reina”. La orquesta asumió que esto era todo lo que tenía que decir y empezó a tocar. Pero Barack continuó con el brindis y nadie lo siguió, por lo que ella no respondió al gesto y simplemente lo ignoró.

Doña Isabel, en una visita al set de Juego de Tronos en el 2014 se vio aburrida. Miró de reojo al trono y rechazó la invitación a sentarse como gobernante  de los siete reinos. La incómoda negativa de doña Isabel puede haber tenido que ver con una regla del protocolo real, por lo que no le está permitido sentarse en tronos extranjeros, incluso si dicha nación es inventada. El productor David Benioff recordó: “Esta es una regla esotérica que no conocíamos hasta ese entonces”.

La esposa del príncipe Felipe y algunos famosos, sin duda han vivido momentos incómodos a la hora de seguir el protocolo real, ya que no siempre sale como se lo espera.