Alta cocina: sorprende con un exquisito pastel de pollo con piña ¡en pocos pasos!

Si tienes una cena, en la cuál eres anfitrión, no dudes en acurdir a ésta receta, tus comensales no podrán salir de su asombro. El dulce de la piña se enmarcará perfectamente en un mar de gustos únicos que serán difícil de olvidar. Incluir piña en un entrante conseguirá que quede más ligero y, además, le dará esa frescura que necesitará.

El pollo es una carne blanca con casi nada de grasa que quedará increíble en un delicioso y ligero pastel como éste. Si quieres disfrutar de una receta espectacular y sencilla, toma nota de este pastel de pollo con piña.

Ingredientes:

• 4 patatas
• 2 pechugas de pollo
• 4 rodajas de piña
• 1 lechuga
• 1 bote de aceitunas rellenas
• ½ bote de mayonesa
• 25 gr de mantequilla
• Aceite a gusto
• Sal y pimienta a gusto

Procedimiento:

Empieza preparando la base, crearás un puré de patatas que será el hilo conductor de esta maravilla.

Pelar las patatas y cortar en trocitos del mismo tamaño. Poner las patatas a cocinar con agua y un poco de sal. Tardarán unos 20 minutos en estar listas, las vas a triturar con un poco de mantequilla para que nos quede un puré más cremoso. Añadir un poco de caldo de cocción de las patatas para que no quede muy denso.

Seguir con las pechugas de pollo, las vas a lavar para cortarla en trocitos pequeñitos. Las cocinarás en una sartén con un poquito de aceite. Salpimentar el pollo.

Para esta receta usar 4 rodajas de piña, las puedes cortar al natural o comprarla enlatada. Este fondo de despensa es un elemento de lo más natural, la piña es una fruta diurética perfecta para postres, pero también para entrantes como éste. Cortar las rodajas en trocitos del mismo tamaño.

Poner la piña en un bowl y añadirle el pollo. Para darle más sabor poner las aceitunas rellenas cortadas y unas hojas de lechuga picadas. Mezclar todo con una buena cantidad de mayonesa.

Montar el pastel. Poner una buena capa de puré y encima el preparado con la piña y el pollo. Terminar con más puré de patatas. Si deseas puedes comerlo en frío o en caliente, con un poco de queso por encima y unos 10 minutos de horno, quedará de igual forma un pastel salado impresionante. Atrévete a probarlo, es una maravilla.

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