Merienda dulce: disfruta unos exquisitos buñuelos de chocolate ¡en menos de una hora!

Esta receta de postre realmente increíble, a textura del buñuelo es lo que marcará la diferencia, un tipo de pasta suave y fácil de preparar. No necesitas ser maestros reposteros para poder acabar presentando un hermoso platillo de forma irregular y de sabor intenso

Estos buñuelos son un bocado delicioso de sabor a chocolate, son jugosos y muy tiernos. Se hacen igual que cualquier otro buñuelo, solo que se le añade cacao en polvo. Es una receta sencilla, aunque un poco entretenida, pero vale la pena hacerla por su exquisito sabor.

Ingredientes:

•  180 gr de harina de trigo
•  25 gr de cacao en polvo
•  5 gr de levadura en polvo
•  2 huevos
•  100 ml de agua
•  50 gr de azúcar 
•  50 gr de mantequilla
•  1 pizca de sal
•  180 ml de aceite girasol

Procedimiento:

Poner una olla al fuego con la leche, el agua, la mantequilla y 2 cucharadas de azúcar (opcional). 

Cuando esté caliente la leche y se haya mezclado con la mantequilla, añade la harina previamente mezclada con la levadura y la pizca de sal. Deberás agregarla de golpe y empezar a mezclar.

Incorpora el cacao e intégralo hasta que quede todo mezclado y se forme como una bola de masa.

La masa debe separarse con facilidad de las paredes del cazo. En este punto, apártalo del fuego y deja que se enfríe durante 5 minutos.

Añade un huevo a la masa y mézcla. Toma un poco de tiempo integrarlo.

Agrega el otro huevo y haz lo mismo para integrarlo bien. Deja reposar la masa de los buñuelos de chocolate durante una hora para que acabe de asentarse.

Pasado el tiempo de reposo, prepara un plato con papel de cocina y otro con azúcar para rebozar los buñuelos.

Poner una sartén con aceite a fuego medio y cuando esté caliente fríe los buñuelos de chocolate. Para ello, con ayuda de dos cucharas deberás coger porciones de masa, formar unas bolas y añade a la sartén. Dale la vuelta a los buñuelos para que se doren por todos lados.

Cuando estén hechos, sácalos y colócalos en el plato que tienes preparado con el papel de cocina. 

Antes de que se enfríen del todo, pasa los buñuelos por el azúcar para rebozarlos y colócalos en una fuente de servir. También se puede espolvorear azúcar glas por encima.

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