Exquisito: prepara unas albóndigas de calabaza y queso ¡rico y fácil!

La calabaza es un ingrediente de temporada que podemos encontrar fácilmente y que resulta muy versátil en cualquier cocina. Podemos cocinar postres deliciosos, bizcochos y flanes, sopas y caldos, además de estas sencillas albóndigas. 

Son perfectas para tenerlas siempre en el congelador y cocinarlas en caso de cena de emergencia o cuando nos apetezca un bocado un poco distinto. Toma nota de cómo se prepara una auténtica receta de albóndigas de calabaza y queso de vicio.

Ingredientes:

• 500 gr de calabaza
• 200 gr de queso mozzarella
• Perejil a gusto
• Pan rallado para rebozar
• 1 huevo
• 50 gr de queso parmesano rallado
• Aceite de oliva a gusto
• Sal a gusto
• Pimienta a gusto

Procedimiento:

Para preparar estas albóndigas de calabaza y queso, el primer paso consistirá en cocinar el ingrediente principal. Uno de los pasos más complicados a la hora de cocinar este alimento es pelarla correctamente. Con cuidado le quitaremos la cascara y la meteremos en el horno durante 50 minutos a 180º para que se ablande.

Cuando tengas la calabaza lista, un paso que podemos realizar con antelación. Hornea este alimento es sencillo, si después de enfriarse la guardas en el congelador, puedes tener siempre a nuestra disposición una calabaza lista para la acción.

En un bowl coloca la calabaza y la aplastas con un tenedor. Le incorporas el huevo, la sal y un poco de pimienta.

Para conseguir unas albóndigas un poco más consistentes poner el queso parmesano rallado, además de sabor nos permitirán cambiar un poco la ligereza de este plato. Cuando estén bien mezclados los ingredientes principales, le pones el pan rallado.

Amasa bien hasta tener una masa de albóndigas a base de calabaza perfecta. Con las manos vas creando las albóndigas. Haz un circulo, en el centro le colocamos un trocito de mozzarella.

Cubre la mozzarella hasta tener una albóndiga perfecta. Las vas reservando a medida que las tengas preparadas.

En un plato coloca un poco de pan rallado y en otro el huevo batido. Reboza las albóndigas con el huevo y el pan rallado antes de empezar a freírlas.

En el momento en que tengas las albóndigas doradas, las vas retirando del fuego. Las colocas sobre papel absorbente hasta que hayan soltado todo el exceso de aceite que hayan podido acumular.

Sirve en caliente para poder disfrutar de la cremosidad de un corazón de queso fundido. Atrévete a probar estas albóndigas son una auténtica delicia fácil de preparar.

Si tienes dudas o quieres aportar sugerencias de recetas nos puedes contactar a cocinamosjuntos@napsix.com Te contestaremos a la brevedad!