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Récord mundial: la insólita y arriesgada maniobra para formar parte del Libro Guinness

Un joven estaba obsesionado con ser parte del Libro Guinness de los récords mundiales. Probó en tres categorías, y lo logró en la más arriesgada.

Napsix martes, 25 de agosto de 2020 · 12:46 hs
Récord mundial: la insólita y arriesgada maniobra para formar parte del Libro Guinness

Tener alguna notoriedad pública se ha convertido en un "valor" en las últimas décadas y para algunos una obsesión. Will Tilghman, un joven que hizo lo imposible para poder ser parte de uno de los libros emblemáticos para personas arriesgadas: el Libro Guinness de récords mundiales

Tan obsesionado estaba, que luego de leer el libro, de analizar opciones posibles y estrategias, intentó vencer tres de los desafíos que ya figuraban en el célebre Guinness World Records. Fracasó en dos y tuvo un éxito relativo en uno; justo el más riesgoso, pues puso en riesgo su cara, que casi se prende fuego.  Antes, intentó comer cebollas rápidamente y fracasó. También fracasó en el insólito juego del "basket té", que consiste en embocar saquitos de esa infusión en tasas. 

Para empezar, Will intentó el título de récord por el mayor número de bolsas de té lanzadas en tazas en 30 segundos, que tiene un récord actual de 7 bolsitas de té. Lamentablemente no tuvo éxito con sólo logro colocar 2 bolsas de té en las tazas.  A continuación, pasó a probar su apetito por el tiempo más rápido en comer una cebolla cruda, para lograr batir el récord actual de 29,56 segundos.  No logró el objetivo: tardó 4 minutos y 55 segundos.

Pero Will fue por todo: tomó el peligroso récord de tener más velas encendidas en la boca. Y a pesar de varios intentos fallidos, lo logró. El objetivo era tener 101 velas encendidas en su boca. Durante su primer intento y varias precauciones de seguridad, el fuego y el calor se volvieron insoportables, por lo que dejó caer las velas en el recipiente de seguridad y no logró el título en ese momento.

En el segundo intento le fue mejor: se puso las 101 velas, soportó el fuego y pasó el tiempo. Para mala suerte, una de las velas no encendió, pero igual le homologaron el récord.  Will "empató" la marca de David Rush con 100 velas encendidas con éxito. "Estoy orgulloso de ti, Will", dijo su madre mientras sonreía mientras sostenía su certificado de título de Guinness World Records.

Se arriesgó, siguió su instinto y lo logró. Igual, no lo intenten en casa.

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