Delicioso y refrescante: mojito clásico cubano ¡en minutos!

Impresiona a tus amigos e invitados, o simplemente date un buen gusto con Un buen y clásico Mojito. Aprende el paso a paso para hacerlo y llenarte de satisfacción, también te llevarás las palmas de a quien sea que se lo prepares, te lo prometemos.

Como muchos otros “tragos” o brebajes, el nacimiento del Mojito tiene su origen en la medicina; en este caso en la reconocida medicina cubana. Se utilizó para combatir el escorbuto y las congestiones, fue recién con la llegada de los piratas a Cuba que al Mojito se le cambió un licor “tipo ron” por el ron tal y como lo conocemos hoy.

Artículos necesarios para la preparación: Hojas frescas de hierbabuena (una subespecie de la menta, por lo que en su defecto menta está bien), Lima o limón de pica (una opción menos cubana es el limón común, también funciona), azúcar o agave, hielo en trozos finos y por supuesto ron blanco. Manos a la obra, vamos por ese Mojito.

Mezclado: Conseguimos un vaso corto y resistente (puede ser uno clásico de Whiskey o un frasco de conserva chico), introducimos el azúcar (una cucharada de té). Tomamos la lima, la cortamos en cuatro de forma perpendicular y le quitamos el centro blanco. Introducimos un cuarto de lima y machacamos con el azúcar para que se haga un almíbar, luego introducimos el otro cuarto con la hierbabuena y machacamos poco y con menos fuerza (esto es esencial para la textura y el aroma del Mojito.

Una vez lista la base, sumamos el hielo hasta medio vaso, y una parte de ron y dos partes de agua gasificada. Si se lo quiere un poco más dulce y menos astringente será una parte de ron, una parte de agua gasificada y otra parte de gaseosa lima limón (no le menciones esto a un cubano). Una vez servido se introduce una pajita o popote y se revuelve suavemente dos vueltas; ¡Listo a disfrutar de tu Mojito como si estuvieras en las playas de Cuba!