Vaticano

Tres testimonios sobre lo divino (y no tanto) del Vaticano

Una nota recuperada del archivo de MDZ, de la época en que Jorge Mario Bergoglio se volvía papa Francisco. Los datos de fechas que incluye pertenecen a aquellos días.

miércoles, 24 de julio de 2019 · 14:30 hs

La efervescencia por la sorpresiva renuncia del papa Benedicto XVI no se ha frenado ni lo hará, probablemente, en mucho tiempo. Lo que ha hecho el pontífice es abrir una brecha que -tal como lo opinó el vaticanólogo Eric Frattini en diálogo con MDZ- permite ver lo bueno y lo malo dentro de la Iglesia.

Desde el punto de vista del mencionado autor, Joseph Ratzinger será recordado como "un revolucionario" por sus condenas a la pederastia y por haber querido abrir el IOR (Banco Vaticano) a la legalidad europa".

Sin embargo, el río todavía está revuelto y detrás de tan tremenda decisión hay 2 mil años de historia que, sin dudas, pesan.

Tal vez por ello los sacerdotes consultados para esta nota prefirieron el silencio. Algunos podrán alegar que están "orando por el nuevo papa", otros darán a entender que prefieren no sacar los pies del plato, mientras que algunos se ceñirán a la "obediencia debida" de una organización que, en definitiva, ha sobrevivido al paso de los siglos gracias a su verticalismo.

Pero tres hombres mendocinos vinculados a la Iglesia se animaron a hablar. Y no lo demostraron furia ni opinaron alocadamente, a pesar de ser muy críticos del sistema, hasta el punto de que dos de ellos abandonaron los hábitos.

Andrés Gioeni es mendocino, fue sacerdote de la Iglesia Católica y renunció a los hábitos al confesar su homosexualidad. Fue el primero en la Argentina en hacerlo. Empezó a modelar, pero luego se descubrió como un buen escritor y actor.

Este lunes se encuentra viajando desde Bari, en Italia hacia la Argentina. Allí, participó de la filmación de la película “Terza categoría”, del director Paolo Zucca.

Nada de lo que le pase a la Iglesia lo siente ajeno, a pesar de su distanciamiento personal. En lo espiritual, sigue creyendo en lo que siempre creyó. Y es por eso que, consultado por MDZ, no dudó en opinar en torno al futuro del catolicismo y del Vaticano, en los últimos días de papado de Benedicto XVI.

- ¿Cómo cree que va a recordar la historia el paso de Benedicto XVI por el Vaticano?

- Si bien he perdido interés en las noticias eclesiásticas, puede servir mi visión desde un lugar neutral o desde afuera del ámbito de la Iglesia. Creo que este Pppa no fue bien recibido por el conjunto de los católicos. Fue aceptado a la fuerza y obligado a ser querido por las huestes más ortodoxas, pero sin lugar a dudas no tuvo ni el carisma ni la presencia de Juan Pablo II. Solo endureció aun más en sus mensajes la doctrina catequética de la Iglesia. Y lo que la gente quiere es encontrarse con un Dios misericordioso, sabio, abierto a las necesidades y problemas actuales. No tanto a una teología técnica e incomprensible para el común de los creyentes. Su memoria va a quedar opacada en la historia por el recuerdo de Juan Pablo II.

- ¿Cuál cree que va a ser la misión principal del próximo Papa?

- Mi deseo es que el próximo papa traiga la tan esperada frescura del mundo al interior de la Iglesia, que escuche al mundo actual, dialogue desde la realidad y busque respuestas desde una lectura objetiva del evangelio, sin los resabios de una doctrina hermética y anticuada llena de telarañas. Que se juegue por el corazón del hombre. Y para eso tienen que mirar más a Jesús y menos los cientos y cientos de libros interpretando subjetivamente a Jesús. Ese es mi deseo, pero creo que en la realidad la inseguridad de los cardenales va a terminar eligiendo a otro erudito de la ortodoxia dejando de lado y ajenos a una posible elección a los pastores del alma.

Vicente Reale

En el análisis del padre Vicente Reale, un cura mendocino de la Opción por los Pobres, el paso por el Vaticano de Beedicto XVI ha dejado:

  • “En lo doctrinal, en el ámbito de la moral católica y en lo litúrgico, ha sido un hombre de reflexión y de tendencia conservadora”.

  • “En el intento de diálogo con la cultura y la sociedad actual, no le ha ido nada bien”.

  • "Ante los problemas internos de la Iglesia: - en algunos ha demostrado decisión y valentía (pederastia de consagrados, defenestración de Marcial Maciel e interdicto a su congregación); -con los lefevristas se ha mostrado muy débil; - y ha fracasado con la reconducción del IOR (Banco Vaticano)”.

  • “Su renuncia-señala Reale- muestra su criterio resuelto cuando sabe que no puede hacer más o mejor (o no lo dejan), a la vez que marca un hito histórico al mostrar que los papas sí pueden (y en casos, deben) renunciar y, en el caso de Benedicto, que su renuncia puede abrir una nueva perspectiva interna y externa a la Iglesia, si es que los cardenales agudizan sus oídos para escuchar esta petición que se desprende de su renuncia”.

  • En cuanto al futuro pontífice, el sacerdote considera que su “deseo más profundo para el actuar del próximo Papa”, una serie de ítems, enumerados abajo:

  •  “Reforma total en la administración central de la iglesia católica, tanto en su labor pastoral y espiritual como en la burocrática y en el manejo del dinero”.

  • “Mayor sencillez y pobreza en la vida, en los atuendos, en los títulos y en las ceremonias religiosas”.

  • “Mayor acercamiento a la gente y a sus problemas concretos (caminar la calle, diríamos)”.

  •  “Menor insistencia en la Doctrina y dar mayor peso al testimonio de vida que todos los católicos debemos dar”.

  • “Como obispo de Roma, conformar una verdadera comunidad colegiada con todos los obispos del mundo, a fin de tomar las decisiones que parezcan más acertadas”.

Finalmente, si tuviese que elegir una frase, Reale diría –tal como afirmó- la siguiente: "Papa, sucesor de Pedro, aléjate lo más posible de Roma y del Vaticano y acércate a los más pobres y humildes para renovar su esperanza".

Oscar Miremont

Oscar Miremont fue cura. Cuando dejó los hábitos se acercó a la poesía y es autor de numerosos libros. En la vida cotidiana, ahora, es profesor de historia.

Frente a la renuncia de Benedicto XVI, considera que “la Iglesia se enfrenta al desafío de templos cada vez más vacíos, envejecimiento de dogmas y de ministros, corrupción interna, acomodamiento con el poder y desde el poder cada vez más difícil y complicado.

Consultado por MDZ, dijo creer que “el próximo papa tendría que romper con la curia romana, descentrar la santa iglesia, dirigir desde Asia, África o América y romper ciertos esquemas de formación sacerdotal que solo continúan con una Iglesia bastante conservadora”.

“No creo –señala en su análisis- que se logre por ahora, todavía tienen que vivir muchas crisis más que los ayuden a romper ese espejo que les dice continuamente que son lo más grandioso y que son la única piedra fundamental que Dios ha puesto en este mundo. Mientras el Papa se considere el Santo Padre y el dueño de las llaves del Reino no lo van a lograr”.