Se reunió de emergencia el Consejo de Seguridad de la ONU por la crisis en Ucrania

En la noche de ayer se reunió de emergencia el Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la situación en Ucrania tan solo horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, reconociera la independencia de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, y comenzara en ellas un despliegue de tropas.

La misión de Rusia ante Naciones Unidas había informado en su cuenta de Twitter que la reunión tendría lugar a las 21.00 hora local de Nueva York del lunes (02.00 gmt del martes 22), situación muy poco frecuente tanto por el horario nocturno como por la celeridad en la convocatoria.

El resultado general del encuentro fue que todas las potencias occidentales sin excepción apoyaron al Gobierno de Kiev y condenaron el desafío realizado por el presidente Putin. Sin embargo, las intervenciones más esperadas fueron las de los embajadores de Rusia y Ucrania.

Por una parte, y en primer lugar, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, escuchó inconmovible las declaraciones de los países miembros del Consejo, que en su mayoría condenaron el atentado contra la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, con las notables excepciones de China e India, se que limitaron a genéricos llamamientos a la diplomacia. Vassily Nebenzia,  precisamente en este mes de febrero presidente del Consejo de Seguridad, manifestó que su país se encuentra “abierto a la diplomacia” en lo que significa el conflicto con Ucrania.

En tanto, al momento de tomar la palabra, el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, afirmó que “Rusia no está en condiciones de mantener la paz, como declama” y ratificó que el país dirigido por Zelenski busca llegar a un acuerdo pacífico. “Nosotros estamos en nuestra tierra, no le tememos a nada ni a nadie”, expresó, y acusó: “Lo único que busca Rusia es la guerra”.

En la misma línea argumental expresada por el Gobierno ucraniano la ONU se manifestó lamentando “la orden de desplegar tropas rusas en el este de Ucrania” y la secretaria general adjunta del organismo para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, usó el mismo término, “lamentó”, para referirse "a la decisión rusa de reconocer la independencia de repúblicas secesionistas ucranianas”.

“Las próximas horas y días serán críticos. El riesgo de conflicto mayor es real y debe ser evitado a toda costa”, exigió DiCarlo.

Ucrania fue la que en primer lugar había solicitado esta reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, petición a la que se añadió Francia, que posee un lugar permanente en el Consejo y que hasta el momento se ha mostrado un sólido aliado de Estados Unidos en la gestión de esta crisis.

Paradójicamente, ocurre que Rusia es quien preside el Consejo este mes de febrero, y que los países aliados de Estados Unidos miembros del Consejo (principalmente Reino Unido, Francia, Irlanda, Suecia y Albania) no han logrado hasta ahora lograr el apoyo de otros países no europeos.

Así, por ejemplo, China se ha mostrado más próxima al Kremlin que a los intereses de Ucrania y el resto de países miembros no permanentes (México, India, Gabón, Emiratos o Kenia) han preferido mostrarse equidistantes en los debates anteriores sobre la crisis en Ucrania, convertida en una de las más graves del panorama internacional en los últimos tiempos.