Europa extrema las medidas ante las nuevas variables del coronavirus
La Unión Europea extrema sus medidas. Reino Unido combate la variante sudafricana del coronavirus con tests puerta por puerta.
El Reino Unido inicia, puerta por puerta, una oleada de pruebas para hacer frente a la variante sudafricana del coronavirus.
La detección en ocho zonas diferentes del país de 11 contagiados que no habían viajado a Sudáfrica ha llevado a las autoridades a realizar tests masivos en estos barrios. Los mayores de 16 años deberán permanecer en casa a la espera de que les realicen las pruebas, tengan o no algún síntoma.
"Ya hemos identificado 105 casos de esta variante", revelaba el secretario de Salud del Reino Unido, Matt Hancock. "Once de esos casos no parecen tener ninguna relación con los viajes internacionales. Actualmente no hay pruebas que sugieran que esta variante sea más grave, pero tenemos que atacarla con fuerza y lo haremos".
Cerca de 80.000 personas viven en los ocho barrios en los que está previsto llevar a cabo los test, y la alarma es evidente ya que, aunque no está probado, se cree que la variante sudafricana puede ser más facilmente transmisible y más infecciosa.
Recomendaciones de la Unión Europea
La Unión Europea también está endureciendo su postura, y aunque sigue permitiendo que sea cada país el que decida sus medidas, recomienda exigir una cuarentena a aquellos viajeros llegados de países de alto riesgo, además de una prueba PCR negativa y uso obligatorio de mascarillas. Bruselas también alerta sobre hacer viajes inncesarios, siempre con el objetivo de evitar el cierre de fronteras y la cancelación drástica de vuelos.
"Se trata de medidas bastante recientes", recuerda Reza Ahmari, policía aduanero federal de Alemania. "Pero una vez que las medidas se apliquen plenamente, esperamos que haya menos pasajeros llegados de países de alto riesgo, así como el uso de la debida protección en todos los aeropuertos alemanes".
Las restricciones también se imponen de nuevo entre países vecinos de la Unión. Portugal, que vive actualmente sus peores días en la lucha contra el virus, ha limitado la movilidad a través de sus pasos fronterizos terrestres con España.
A partir de ahora, los viajes por carretera entre ambos países sólo se permiten para el transporte de mercancías o por razones de salud, así como para lo que estén trabajando y los portugueses que regresen a su país.
En Francia, por su parte, las fronteras permanecen abiertas, si bien se exige una prueba PCR negativa para poder entrar. Casi un año después, la lucha contra el coronavirus continúa en su apogeo.
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