Brasil

Sacan cadáveres del mayor cementerio latinoamericano por el coronavirus

El cementerio de Vila Formosa, ubicado en la ciudad brasileña de Sao Paulo y considerado el mayor de Latinoamérica, está practicando exhumaciones contrarreloj para abrir nuevos espacios y poder realizar más entierros, en el marco del incremento de muertes por coronavirus en el vecino país.

Redacción MDZ
Redacción MDZ lunes, 15 de junio de 2020 · 22:42 hs
Sacan cadáveres del mayor cementerio latinoamericano por el coronavirus

El cementerio de Vila Formosa, ubicado en la ciudad brasileña de Sao Paulo y considerado el mayor de Latinoamérica, está practicando exhumaciones contrarreloj para abrir nuevos espacios y poder realizar más entierros, en el marco del incremento de muertes por coronavirus en el vecino país.

La jornada de trabajo de los sepultureros se ha convertido en una lucha casi sin descanso para atender la alta demanda en este camposanto, ubicado en la zona este de la capital paulista y donde se estima que reposan los restos de 1,5 millones de personas.

Si antes de ella la media era de 30 entierros al día, ahora ese número prácticamente se ha duplicado, una tendencia que se ha mantenido durante las últimas semanas y que, en un efecto dominó, ha generado una mayor presión sobre los trabajos de exhumación. "El número de exhumaciones aumentó por la necesidad de entierros, para desocupar espacio", explica Wilker Costa, de 44 años, sepulturero desde hace casi una década.

Entre enero y mayo fueron realizadas 6.469 exhumaciones en las necrópolis municipales, según datos de la Alcaldía, mientras que los entierros saltaron un 37%, hasta 37.555, con respecto al mismo periodo de 2019.

Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, contabiliza 5.623 muertes y 91.198 casos confirmados de COVID-19, de acuerdo con el último balance oficial. En todo el país, el segundo del mundo más castigado por la pandemia después de Estados Unidos, los decesos pasan de 43.300 y los contagios rozan los 870.000, según el Ministerio de Salud.

Este lunes, en Vila Formosa, un grupo se encargaba de exhumar fosas y al lado, otro realiza entierros. A los pocos minutos de retirar los restos óseos de una tumba, el espacio ya era ocupado por un nuevo difunto.

Pese a la urgencia, los plazos legales se siguen respetando a rajatabla. Ninguna exhumación de adultos se realiza antes de cumplidos los tres años desde el enterramiento, lo que no impide que ahora se hagan más. Según Costa, en Vila Formosa han pasado de una media diaria de 10-15 exhumaciones a una de 15-20. "Comenzamos de las piernas para arriba" y "demora una media hora", explica a la agencia de noticias Efe un sepulturero que prefiere no desvelar su nombre, vestido con mono azul, mascarilla y guantes, mientras realiza una exhumación con una pala.

Por lo general, algún familiar acompaña todo el proceso y después coloca los restos óseos en alguno de los nichos situados en las paredes del cementerio, como Cristiane Gouveia, quien marcó cita para exhumar a su padre nada más enterarse de que los cementerios estaban liberando espacio. "Me quedé preocupada con eso", indica.

Sin embargo, a veces no viene nadie. En ese caso guardan los restos en una bolsa azul de plástico que sitúan a los pies de la fosa donde estaban enterrados. "Los guardamos debidamente identificados y en la misma sepultura, que es rehecha y reorganizada" para un nuevo entierro, apunta Costa.

La amenaza de un colapso funerario, como ocurrió en la ciudad amazónica de Manaos (norte), ha obligado a la Alcaldía a comprar una docena de contenedores con objeto de acelerar las exhumaciones y abrir así nuevas tumbas en los cementerios. Cada uno de esos contenedores tiene una capacidad para almacenar una veintena de urnas y en ellos está previsto que reposen los restos que no son reclamados por nadie.

La Alcaldía también decidió abrir, de forma preventiva, 13.000 nuevas fosas en las necrópolis de la ciudad, de las que, según el plan inicial, 8.000 fueron cavadas en Vila Formosa.

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