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El sacerdote absuelto en San Rafael exige que el obispo le pida disculpas

El cura Fernando Yáñez fue absuelto en la causa que estaba acusado por abuso sexual agravado y, después de la decisión del juez Rodolfo Luque, contó sus sensaciones posteriores al juicio, y no dudó en lanzar munición gruesa contra el Estado y el Obispo Diocesano de San Rafael.

domingo, 28 de abril de 2019 · 14:40 hs

El cura Fernando Yáñez, que fuera absuelto en la causa que estaba acusado por abuso sexual agravado y, después de la decisión del juez Rodolfo Luque, contó sus sensaciones posteriores al juicio y no dudó en lanzar munición gruesa contra el Estado y el obispo diocesano de San Rafael, Eduardo Taussig. “Se hizo justicia”, aseveró Yáñez en declaraciones a Diario San Rafael y FM Vos (91.5), poco después de haberse conocido el fallo absolutorio que derivó luego de que el fiscal Javier Giaroli y el abogado de la querella, constituida por la Dinaf, desistieron de acusar al ex cura párroco, según publicó el Diario San Rafael.

“Esto empezó un jueves Santo, en el 2014. El Señor me ha elegido y devuelto la vida el viernes de Pascua. Perdono, de corazón, a todos los que me acusaron”, expresó Yáñez, quien manifestó además: “debe haber sido el único juicio en el mundo en que el abogado de la querella no acusó, y en el que el fiscal (Giaroli) dijo algo muy grave: ´es evidente que esta investigación ha sido forzada´. Con eso quiso decir que hubo manos negras que han trabajado para hacer lo que hicieron”.

El fundador del hogar San Luis Gonzaga repasó cómo se construyó la causa en su contra y aseguró que “fue a partir de que en noviembre del 2013 no quise renovar el convenio con la Dinaf, en función de la deuda que mantenían conmigo”.

“En marzo del año siguiente nos juntamos nuevamente, con el objetivo de retomar el convenio pero puse algunas condiciones, como tener trabajadores en blanco y una norma legal que me amparara debido a que alojaba a siete chicos acusados por homicidio”, recordó Yáñez, quien atribuyó – a esas condiciones – la denuncia que apareció un mes después.

El sacerdote dijo que “en más de una ocasión me aseguraron que si seguía con el hogar ellos desaparecían la denuncia. Al testigo que declaró en mi contra le pagaron 45 mil pesos”.

Yáñez denunció que “la Dinaf me ofreció aumentar el doble el convenio pero tenía que devolverle plata por atrás. Me negué y ahí empezaron los problemas económicos” y añadió: “ellos no quisieron pagar el costo político que el hogar se cerraba porque no pagaban y para no quedar mal políticamente, buscaron a este chico para que declare contra mí. Las dos veces que declaró fue contradictorio, pero los fiscales Arana y Peñasco no consideraron eso, Giaroli sí”.

Precisamente, por ese testigo al que aludió Yáñez y al que supuestamente el Estado le pagó para incriminarlo, fue clave el fallo del juez Luque. Es que ese chico jamás apareció después de la denuncia inicial, a pesar de haber sido intensamente buscado por el Estado Provincial, a través de autoridades de la Dinaf, la Policía y la Justicia. Eso, sumado a que la segunda supuesta víctima declaró en el juicio a favor de Yáñez, impidió a las partes acusatorias avanzar con un pedido de pena y así maduró la absolución.

Respecto a su situación canónica, Yáñez sostuvo que “hace 11 años estoy suspendido, no puedo celebrar misa ni encabezar ningún oficio religioso. Recuerdo que cuando armé la fundación, el obispo Taussig me trasladó a Malargüe, pero consideré injusta esa medida, me opuse y él me suspendió. Yo no quería terminar con la actividad de la fundación”.

“Va tener que resarcirme económicamente por todo este tiempo que me ha suspendido, aunque no le pediré dinero, ya que nunca viví de la Iglesia, gracias a Dios. De todos modos espero Taussig me pida disculpas luego de haberme calumniado”, cerró la entrevista Yáñez.