Colombia acusa a Rusia de "distorsionar" la realidad venezolana

Colombia acusó hoy a Rusia de "distorsionar" su posición y la de los países de la región sobre Venezuela, al responder a una declaración del Parlamento ruso que advierte que cualquier "agresión" contra el gobierno de Nicolás Maduro será interpretada como "una amenaza a la paz y seguridad internacionales".

La declaración del Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de Rusia -la cámara alta del Parlamento- se adoptó el pasado 27 de febrero con la idea de hacerla llegar a diferentes gobiernos y organizaciones internacionales, incluida Naciones Unidas.

Según reveló el diario colombiano El Tiempo, citado por la agencia de noticias Europa Press, la declaración fue remitida por el embajador ruso en Bogotá, Sergei Koshkin, al presidente de la Cámara de Representantes de Colombia, Alejandro Chacón, el pasado 28 de marzo.

"El uso ilegítimo de la fuerza militar contra Venezuela por parte de otros estados que respaldan a la oposición será interpretado por el Consejo de la Federación de la Asamblea Federal de la Federación de Rusia como un acto de agresión contra un Estado soberano y una amenaza a la paz y seguridad internacionales", dice la misiva.

"Claramente, es una amenaza directa al Estado de Colombia", denunció Chacón.

La respuesta del Gobierno de Colombia llegó hoy a través de un comunicado del ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, en el que "rechaza enfáticamente" la declaración rusa.

"No corresponde a la realidad y constituye una distorsión de la posición de Colombia, compartida por varios países de la región", señaló.

Holmes Trujillo destacó además que Colombia "ha respondido a la crisis multidimensional que atraviesa Venezuela, y de la cual es responsable el régimen ilegítimo y usurpador de Nicolás Maduro, desde la legalidad, la solidaridad y la responsabilidad".

Pero dejó en claro que el Gobierno de Colombia considera que "la transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución y el derecho internacional, apoyada por medios políticos y diplomáticos y sin uso de la fuerza".

Advirtió además que "cualquier despliegue o incursión militar en apoyo al régimen de Nicolás Maduro pone en riesgo la transición democrática y la normalización constitucional en Venezuela y constituye una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad en la región".

Por último, consideró que "la situación de Venezuela constituye un asunto regional y hemisférico que no debe ser usado como un instrumento de la competencia geopolítica", en alusión a Rusia y Estados Unidos.