Pueblo a pueblo las cenizas de Fidel Castro avanzan hacia Santiago
Mientras en Santiago de Cuba se hacen preparativos para la sepultura de Fidel Castro el domingo, la urna de madera de cedro que lleva sus cenizas avanza, lentamente, por los pueblos del interior de Cuba en su periplo de despedida.
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A lo largo de la carretera por donde pasa la comitiva, es habitual ver banderas cubanas e imágenes del ex presidente y líder histórico de la revolución cubana, que murió el viernes pasado a los 90 años. En donde se sabe que va a pasar, los edificios reciben una última mano de pintura y a machete se corta el césped de las sendas del asfalto.
Una a una, las ciudades y pueblos se van activando cuando está por llegar. La gente se vuelca a las calles y, después, sólo queda la nostalgia. Hoy los restos de Castro pasaron por pueblos como Gaspar y Las Villitas en las provincias de Sancti Spiritus, Ciego de Ávila y Camagüey.
La comitiva hizo este jueves unos 280 kilómetros entre las ciudades de Santa Clara y Camagüey, con lo que completó ya más de la mitad del recorrido de 1.000 kilómetros.
La ruta se inició el miércoles en La Habana y tiene previsto su punto final el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba. Esta noche las cenizas permanecerán en la Plaza de la Revolución Ignacio Agramonte de Camagüey.
"La verdad que impresiona ver la urna. Esa es la verdad", dijo a dpa Eugenio García, un profesor de secundaria. "Siempre lo vimos en acción, sea dando discursos o dirigiendo la campaña del corte de caña de azúcar". García no se imagina cómo puede ser Cuba "ahora sin él".
En el vehículo militar que lleva los restos, con un fuerte dispositivo de seguridad, una mampara de cristal protege la urna de las inclemencias de la carretera.
La parada en Santa Clara, donde pasó la primera noche, fue muy simbólica porque en esa ciudad están enterrados los restos del guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara, que fueron llevados a Cuba en 1997 desde Bolivia.
El trayecto es el camino a la inversa del realizado en la "Caravana de la Libertad", que hizo el propio Castro junto a los guerrilleros triunfantes tras vencer a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959.
En cada parada de aquel periplo, desde lo alto de un jeep o en escenarios montados en el centro de las ciudades, Fidel Castro daba discursos explicando cuáles serían los objetivos de la nueva Revolución. Ahora los flashes de las cámaras de fotos y de los móviles centellean para inmortalizar el momento histórico.
"Ya viene, ya viene", grita la multidud en señal de aviso para que la gente se coloque, disciplinadamente, en los márgenes de las carretera. Muchas veces son falsos avisos, hasta que se ve a los dos motoristas de la policía que abren la caravana.
En cada tramo se ven agrupados estudiantes de primaria o bachillerato, pero también otros con uniformes de empresas estatales como la eléctrica.
"Yo soy Fidel, yo soy Fidel", es uno de los lemas más repetidos durante el trayecto, mientras las personas ondean las banderas cubanas.
Las autoridades redujeron la jornada laboral para rendir homenaje al ex presidente y movilizan con camiones y autobuses a la gente. El objetivo es que cada metro de carretera quede cubierto.
Por Guillermo Nova (dpa)