Italia celebra difícil referéndum en el que Renzi se juega su futuro

Italia se enfrenta a un complicado dilema en el referéndum convocado para el próximo domingo: los ciudadanos deberán decidir si dan el visto bueno a una reforma de la Constitución que concentra el poder en manos del Gobierno o si rechazan los cambios, preservando un mayor control y equilibrio democrático.
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Pero la votación va incuso más allá, al haberse convertido en un plebiscito sobre el primer ministro Matteo Renzi, que ha prometido dimitir si la reforma es rechazada -una situación que podría provocar una parálisis política que acerque al poder a los populistas y partidos euroescépticos opositores.
"Es el comienzo de una semana decisiva para el futuro de Italia. En unos días sabremos si podemos, finalmente, tener una estructura sencilla y fuerte", dijo Renzi en un mensaje el lunes. "El resultado está muy abierto, hay aún muchos votantes indecisos", señaló.
Renzi asegura que las reformas dinamizarán la toma de decisiones y facilitarán la gobernabilidad de Italia, un país que ha tenido 63 gobiernos y 27 primer ministros desde 1946 y donde las decisiones se ven con frecuencia bloqueadas y retrasadas en marañas burocráticas.
Sin embargo, los defensores del "no" temen que con esas reformas el Gobierno se haga con un poder excesivo. Otros están de acuerdo con el objetivo de las medidas, pero no coinciden con su ejecución. Para algunos, se trata más bien de un voto de protesta contra Renzi.
"Tenemos que darle una bofetada en la cara con nuestro 'no'", pedía el sábado el líder del antiestablishment Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Beppe Grillo. "Confíen en sus instintos y no en su razón (...) miren a (Renzi y sus aliados) a la cara y después voten", añadió el cómico convertido en político.
Renzi libra una batalla cuesta arriba, puesto que es prácticamente el único líder político en el lado del "sí". Algunos analistas han sugerido incluso que dado su punto de partida, perder por un margen respetable podría darle espacio para la supervivencia política.
Su derrota sería interpretada aun así como un voto de protesta más del electorado de Occidente, tras la victoria del "Brexit" en el reférendum de junio en Reino Unido y la de Donald Trump en los comicios de Estados Unidos, vinculado también a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebran de forma paralela en Austria, en las que podría imponerse un candidato de la extrema derecha.
No está claro quién sucedería a Renzi en el caso de una dimisión, y la incertidumbre arrastraría los mercados. Según las predicciones más dramáticas, una parálisis política en Italia podría llevar eventualmente a una victoria del M5S, con su agenda que aboga por la salida del euro y desatar una crisis de gran calado en toda la Unión Europea.
El escenario más probable, sin embargo, es que Italia saliera del paso con grandes coaliciones para evitar la llegada del movimiento M5S al poder, pero continuara acelerando soluciones efectivas para combatir cuestiones como la corrupción o la desaceleración económica.
Italia sufrió una brutal recesión entre 2009 y 2013. Renzi llegó al poder en 2014 y bajo su mandato se han aprobado significativas reformas laborales que han vuelto a impulsar ligeramente la economía, que sin embargo sigue siendo una de las que menos crece de la zona euro.
El referéndum es considerado ahora decisivo para el futuro del país, pero la campaña que lo ha rodeado ha sido bastante sucia.
Grillo llegó a decir del primer ministro que era como un animal herido que ataca a cualquiera que se le ponía en medio. Por otro lado, un aliado de Renzi en el sur del país fue acusado de tráfico de votos tras ser grabado diciendo a los alcaldes locales: "Ofrezcan (...) lo que sea que jodidamente quieran" a cambio de votos por el "sí".
El mismo primer ministro se ha recorrido el país y multiplicado sus apariciones en televisión para ganar apoyos. El diario "Corriere della Sera" se burló de él recientemente en una caricatura en la que un padre le dice a su hijo: "Acuérdate hijo mío, dios está en todas partes". Y el joven responde: "¡Como Renzi!".
Además, Renzi añadió rebajas impositivas y ventajas en las pensiones al presupuesto de 2017 desafiando la disciplina presupuestaria de la Unión Europea (UE). Escalando la retórica contra los "burócratas de Bruselas", el primer ministro incluso quitó las banderas de la UE de su oficina, pero las volvió a poner tras ser criticado por ello.
En las dos semanas anteriores a la votación, no se permite la publicación de encuestas, pero justo antes del "toque de queda", todos los sondeos preveían la victoria del "no". Sin embargo, advertían también que había un número alto de votantes indecisos que podrían dar vuelta el resultado.
Más de 50 millones de italianos están habilitados par votar, incluyendo cuatro millones que viven en el extranjero y que votan por correo, en procedimientos que podrían no ser del todo seguros. La campaña del "no" ha amenazado con apelar en caso de que entre los votantes en el exterior gane el "sí".
Las urnas abrirán en Italia a las 7:00 de la mañana (hora local, 06:00 GMT) y cerrarán a las 23:00 horas (22:00 GMT), previéndose que el recuento comience inmediatamente tras el cierre de las urnas y los resultados se anuncien a primera hora del lunes. No hay un quórum mínimo para que la consulta sea válida.
Por Alvise Armellini (dpa)

