Matteo Renzi promete ayuda para reconstrucción a pesar reglas de UE

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, prometió hoy reconstruir la región afectada por el terremoto que sacudió el domingo el centro del país y dejó a miles de personas sin hogar, incluso aunque esto implique desafiar las reglas de déficit de la Unión Europea (UE).
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"Si generamos la impresión de que no podemos reconstruir debido a las restricciones (de disciplina presupuestaria) europea, muchachos, eso significaría que nos volvimos locos", dijo Renzi tras una reunión de emergencia de su gabinete en Roma. "Lo que se necesite por el terremoto lo pondremos sobre la mesa. Punto".
Las tensiones entre Italia y la Comisión Europea recrudecieron por el pedido de Roma de sobrepasar sus límites de déficit para poder hacer frente a los gastos derivados de la destrucción causada por el terremoto y el gran flujo de inmigrantes.
Durante la pasada noche, el centro de Italia se vio sacudido por varias réplicas, la mayor de ellas de magnitud 4,2, informó Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV).
El epicentro de dicha réplica se ubicó cerca de la pequeña ciudad de Norcia, al igual que el del terremoto del domingo, que tuvo una magnitud de 6,5.
Según protección civil, más de 15.000 personas se encuentran en refugios o en sus vehículos, pero estiman que fueron muchos más los que se quedaron sin hogar.
En las reglas del Pacto de Estabilidad Europeo hay alivios y excepciones previstas en caso de catástrofe, dijo una portavoz de la Comisión Europea en Bruselas. Sin embargo, éstos ya fueron tenidos en cuenta en relación a los terremotos anteriores en Italia. En cuanto a la situación actual, dijo que era muy pronto para especulaciones.
El terremoto, el más fuerte desde 1980, devastó el "corazón" de Italia, escribió Renzi en un boletín oficial. "Estos pueblos son la identidad de Italia: Hay que reconstruir todo rápido y bien", dijo.
El sismo destruyó localidades históricas en la región montañosa de los Apeninos. Se registraron daños incluso en Roma, situada a 110 kilómetros, donde dos iglesias tuvieron que cerrarse por motivos de seguridad. Hasta el momento no se reportaron víctimas porque muchos sitios ya habían sido desalojados tras el terremoto de agosto, en el que murieron 298 personas.
El nuevo sismo dañó numerosos bienes culturales, como la basílica de San Benedetto en la ciudad de Norcia, en la región de Umbría. "Norcia no muere", aseguró el alcalde Alemanno Nicola.
Miles de personas fueron trasladadas a la costa adriática, mientras que muchos prefirieron no abandonar la localidad.
"No podemos tener durante varios meses tiendas de campaña en las montañas bajo la nieve", escribió Renzi. "Hay suficientes hoteles para todos", agregó.
Incluso los edificios que no colapsaron durante el movimiento telúrico deben ser examinados por especialistas. Por lo tanto, muchas personas no pueden regresar a sus hogares, asegura Protección Civil.
El Ministerio de Cultura espera ahora y sumado al terremoto de agosto unos 5.000 informes sobre posibles daños, dijo la secretaria general Antonia Pasqua Recchia.
También en Roma se registraron daños. El histórico Puente Mazzini sobre el río Tíber, que conecta el barrio de Trastevere con el centro histórico, ha sido cerrado temporalmente. También la Basílica de San Pablo Extramuros está siendo examinada por posibles daños, mientras que fueron cerradas la iglesia de San Francisco, en el distrito de Monti, y la iglesia en la plaza de San Eustaquio, que es muy popular entre los turistas.
En tanto, las escuelas de la capital también permanecen cerradas ante la posibilidad de daños. El martes es un día festivo en Italia.
El terremoto tiene también una dimensión política para Renzi, ya que el 4 de diciembre los italianos votarán sobre una reforma constitucional a la que el jefe de Gobierno vinculó su futuro político.
Las reformas propuestas suponen el mayor cambio en las estructuras políticas desde que se creó la república italiana hace 70 años. Recortan los poderes del Senado y las entidades regionales con el objetivo de conseguir un Gobierno más fuerte y más eficiente para el país.
Por su parte, el Gobierno alemán ofreció hoy su ayuda al primer ministro italiano para hacer frente a las devastaciones originadas por el terremoto.
"Alemania va a seguir estando al lado de Italia cuando y donde sea necesario. Uno se puede imaginar el sufrimiento que esto significa para la gente", declaró el portavoz del Ejecutivo germano, Steffen Seibert, durante una comparecencia rutinaria ante la prensa en Berlín.
El vocero lamentó también las pérdidas de patrimonio que originó el último sismo en Italia pero se congratuló de que, en esta ocasión, no hubiese que lamentar vidas humanas.