Presenta:

Estremecedor: relatos de lesbianas que fueron sometidas a ultrajes

Jóvenes ecuatorianas fueron internadas en centro en el que prometían curarla pero las violaron y torturaron.
Foto: web
Foto: web

Dennise fue violada y torturada en uno de los centros que ofrecía curar la homosexualidad. La mujer que ahora tiene 25 años, a los 15 fue internada por su madre en un campamento evangélico de rehabilitación contra las drogas y el alcoholismo, en la ciudad de Guayaquil, ilustra lo que las autoridades admiten como una vergüenza social: el funcionamiento por años de supuestas clínicas para curar a los homosexuales.

"Mi mamá me descubrió en mi cuarto con una compañera de colegio, y me internó por ser lesbiana. Se suponía que quería curarme. Fui llevada a un campamento cristiano" en una zona alejada de Guayaquil (suroeste), la más populosa de Ecuador, cuenta Denisse Freire en una entrevista con la AFP y que replica el sitio Emol.com.

Ahí -relata- "aplicaban torturas con electrochoques, no me permitían bañarme por tres días, casi no me daban de comer, me golpeaban mucho, me colgaban de los pies. Me decían que todo era por mi bien". Denisse recuerda que junto con ella había otras cuatro jóvenes. El lugar funcionaba como un centro de rehabilitación de adicciones, pero "en realidad nos habían llevado para curarnos del lesbianismo".

El procedimiento incluía ultrajes sexuales, privación de comida o el consumo de alimentos descompuestos. Tras dos meses de internación forzosa, logró escaparse.
"No, no denuncié nada porque la responsable era mi mamá. Me dijo que lo único que quería era que yo cambiara, y no que pasara por todo eso", afirma Denisse.

Desde marzo de 2012 han sido clausurados 18 centros de rehabilitación de adicciones, 15 de ellos por violaciones de derechos humanos y tres por infracciones a normas sanitarias, según la cartera de Salud.

A comienzos de junio Zulema Constante, una estudiante de psicología de 22 años, abandonó una clínica terapéutica, en la ciudad de Tena, a la que había sido llevada a la fuerza por su familia con la idea de que allí podría ser curada de su homosexualidad. Fue esposada e inmovilizada con una camisa de fuerza. "Tenía que rezar, me daban comida en mal estado, limpiaba excusados con las manos y me decían que estaba mal ser lesbiana", dijo a la prensa.

Zulema fue dada como desaparecida, y su novia Cinthya Rodríguez inició entonces una campaña a través de la redes sociales para denunciar el caso. La presión permitió que fuera dejada en libertad luego de permanecer tres semanas en ese lugar, que era propiedad de una funcionaria del área de Salud. Sin embargo, muchas de las denuncias no prosperan.

"Saben por qué", se pregunta Lía Burbano, del Movimiento Lésbico Mujer y Mujer, y responde: "porque quien te ha retenido a la fuerza es tu familia y pesa mucho el tema afectivo (...) Esto no es una lucha entre padres e hijos; es una lucha contra esas clínicas".

La ley ecuatoriana autoriza la internación forzosa de adictos problemáticos con la previa autorización de un juez, y en ningún caso otorga permisos para curar la homosexualidad, enfatiza Vance.