La incertidumbre del conciliábulo
El poeta colombiano Antonio Machado, miembro de la organización Comuna Nueva, escribió este análisis de la situación planteada frente a la apertura del diálogo entre Gobierno y Farc.

Las guerrillas colombianas, caso quizás único en América, han ido involucionando hacia la delincuencia, la falta de calidad humana de sus dirigentes los fue llevando a un deterioro lento pero inexorable de su imagen romántica de opositores a las injusticias, el maridaje con el narcotráfico y la cultura mafiosa pervirtió sus acciones, poniendo al pueblo, no al gobierno, de rodillas ante sus ataques ilógicos como en Bojayá chocó, donde más de 80 campesinos refugiados en una iglesia rural fueron bombardeados con cilindros bomba, la extorsión, las masacres y los desplazamientos fueron pan de cada día en esta patria y la ciudadanía clamaba un salvavidas urgente que equilibrará este Bulliyg terrible y cotidiano. Y apareció el “mesías”, un hombre menudo casi clerical que tenía ya un conflicto emocional con las farc, pues estas habían causado dolor a su familia.
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Recorría las calles prometiendo acabar con la guerrilla y la gente coreaba a su paso “ese es, ese es”, subió al poder y obligo a las fuerzas armadas colombianas a despertar de su letargo, saco a los rollizos e indolentes generales de sus cuarteles y los obligó a dar resultados, El país despertó un día con la noticia increíble de la muerte de Raúl reyes y así lo siguieron otros intocables de las farc, alegres los colombianos supieron de repente que estos jefes guerrilleros no eran inmortales y miraban con ojos encharcados de emoción al hombre que hablaba de “esta carnita y estos huesitos” y que con desparpajo desafiaba a nuestro folklórico vecino venezolano.
La alegría de “ir ganado la guerra” duró poco, se empezó a conocer una frase terrible: “Falsos positivos”, las fuerzas armadas cayeron en la vorágine de cometer crímenes para dar la impresión de eficiencia y los colombinos empezamos a mirarlos con recelo, la fiesta de sangre seguía su curso y las viudas y madres seguían caminando con sus pancartas y denuncias preguntado sin resultado por el paradero de sus hijos y esposos.
El ex ministro de Defensa que más golpeó a las Farc durante su ejercicio ministerial es el actual presidente gracias a esos resultados. Ahora Dialogo y negociación. Ambos bandos se sonríen y afilan sus cuchillos (tranquilos, solo sangrará el pueblo), los abuelos sobrevivientes de la cúpula de las Farc quieren sus 15 minutos de fama y posan de demócratas, los generales circunspectos ruegan que no se les destape algún hecho sombrío de su ejercicio militar; todos se ponen de acuerdo para usar y abusar de la palabra más vejada en nuestro país: LA PAZ. La incertidumbre es total, las Farc hacen gala de un cinismo histórico y niegan tener secuestrados o vínculos con el narcotráfico, el gobierno prometerá y endosará entelequias, lo que se avizora es incierto: si las Farc se desmovilizan y se convierten en un partido político, pueden ser exterminadas como sucedió con la “unión patriótica” ( en Colombia la ultra derecha es poderosa) , si conservan sus estructuras de mandos medios y “coordinadores”, evolucionarán hacia bandas criminales ( BACRIM) como sucedió a las AUC (autodefensas paramilitares). Los combatientes de las Farc no se adaptan fácilmente a la vida urbana, solo saben de guerra y tienen muchos enemigos en los territorios que han vejado. El estado colombiano no podrá garantizar una reforma agraria ya que las tierras de los desposeídos están en manos de industriales y políticos que las compraron a bajos precios y que no la devolverán sin dar la batalla.
La ciudadanía está cansada de que el estado otorgue subsidios eternos a los ex combatientes para que no regresen a las andadas mientras que jóvenes honestos y probos no encuentran cómo subsistir y se escucha una frase lapidaria entre ellos “En Colombia hay que ser malo para a uno lo ayuden”. En medio de este panorama la verdad será ultrajada, negociada y prostituida, las víctimas tendrán que tragarse su dolor y serán conminadas a “perdonar y no obstruir el proceso con sus recelos y reclamos de verdad, justicia y reparación”; los negociadores posarán, sonreirán, se hartarán, dilatarán, firmarán, harán algunas concesiones, ocultarán algún arsenal “por si las moscas” y el pueblo mirará en silencio con una sensación sombría entre las cejas y con la convicción interna de que otra vez ha sido engañado.
Ah eso sí, de vez en cuando saldrá algún ministro a ofrecer viviendas gratis y becas estudiantiles para los más pobres, locomotoras del progreso las llaman, Esto sucederá cada vez que las negociaciones vayan llegando a callejones in salida, Pan y circo, decía el sabio Nerón que nos conocía tanto.
Amén.
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Ah eso sí, de vez en cuando saldrá algún ministro a ofrecer viviendas gratis y becas estudiantiles para los más pobres, locomotoras del progreso las llaman, Esto sucederá cada vez que las negociaciones vayan llegando a callejones in salida, Pan y circo, decía el sabio Nerón que nos conocía tanto.
Amén.


