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Ministro de Salud de Brasil descarta posible epidemia de fiebre amarilla

Mientras tanto la viuda del español fallecido días atrás con claros signos de fiebre amarilla, dice que demandará a Brasil y a España por no haber realizado los controles sanitarios de aduana correspondientes que desencadenaron la muerte de su marido. Gomes Temporao fue enfático al afirmar que "no existe riesgo de epidemia", a pesar de los 24 casos en análisis y los dos confirmados.
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El ministro de Salud de Brasil, José Gomes Temporao, descartó hoy en un mensaje por radio y televisión que el país suramericano corra riesgo de afrontar una posible epidemia de fiebre amarilla, luego de la propagación de varios casos de la mortal enfermedad.

Gomes Temporao fue enfático al afirmar que "no existe riesgo de epidemia", a pesar de los 24 casos en análisis y los dos confirmados, uno de ellos mortal en el Distrito Federal de Brasilia y otro de una mujer hospitalizada en Sao Paulo.

En otra sospecha, el español Salvador Pérez, agricultor de 41 años, murió el sábado en Goiania, capital de Goiás, con síntomas de la enfermedad, que será confirmada en una semana tras análisis especializados de laboratorio.

El ministro recordó que Brasil no registra casos de contagios urbanos desde 1942 y todos los posteriores fueron en zonas rurales de riesgo y en personas que no tenían la vacuna, cuya eficacia dura diez años.

Ante la creciente demanda por la vacuna, con inmensas filas en los puestos de salud, Gomes Temporao indicó que el país está preparado para atender a la población si aumenta el número de casos.

Recomendó que las personas que deben tomar la vacuna son las que van a viajar a las zonas rurales de riesgo o quienes vivan en ellas y nunca fueron vacunados o lo hicieron antes de 1999.


Viuda de español con sospecha de fiebre amarilla demandará a Brasil y España

La brasileña Marny Selma de Mendonça, viuda del agricultor español Salvador Pérez, quien falleció el sábado en Goiania con síntomas de fiebre amarilla, anunció hoy que va a demandar a los gobiernos de Brasil y España por descuidos en la inmigración de ella y su marido.

De Mendonça, de 31 años, señaló a la brasileña Agencia Estado que irá a la Justicia reclamando daños morales, omisión y negligencia, pues "los gobiernos de ambos países omitieron informaciones sobre el foco de fiebre amarilla en Goiás", estado en el que Pérez compró el pasado 13 de diciembre una hacienda.

Pérez y su esposa llegaron a Brasil el 27 de noviembre desembarcando en la ciudad de Salvador (litoral) y después de cuatro días se trasladaron a Cristianópolis, en el estado de Goiás, donde compraron una hacienda el 13 de diciembre y la ocuparon el día 29 de ese mes.

El 3 de enero, Pérez presentó dolores en el cuerpo, fiebre, vómito y diarrea, y recibió atención médica.

El 10 de enero su cuadro clínico se agravó y fue hospitalizado en el Centro de Enfermedades Tropicales de Goiania, muriendo dos días después con todas las señales de fiebre amarilla, como indicó el reporte médico, que deberá ser confirmado en una semana después de conocerse los resultados del laboratorio especializado.

La viuda argumentará también que su cuñado Javier Pérez y la suegra María del Pilar de la Car, quienes llegaron el sábado y jueves a Brasil respectivamente, no fueron informados por las autoridades de inmigración tanto en España como en Brasil.

"Desembarqué en Sao Paulo, viniendo de España, y después en Goiania y no habían puestos de vacunación, agentes de salud o avisos sobre los riesgos y las áreas de riesgo de fiebre amarilla", apuntó el hermano del agricultor.

Los familiares esperan concluir los trámites para trasladar el cadáver de Pérez a Valladolid, donde será sepultado.

Si se confirma la muerte por fiebre amarilla de Pérez será la segunda en el año y el tercer caso de la tropical enfermedad en el país, que analiza otras 24 personas y treinta monos muertos en zonas de riesgo.

La fiebre amarilla urbana está erradicada en el país desde 1942 y los casi 400 casos posteriores, con 161 muertes, fueron todos con personas que la contrajeron en zonas silvestre.

La alta demanda por vacunas se vive también en Argentina, con los miles de turistas que en cada enero pasan sus vacaciones en Brasil, mientras que Paraguay y Uruguay decretaron estado de "alerta" en las regiones fronterizas