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Las réplicas azotan a Indonesia que se salva de los daños masivos

Una réplica de magnitud 6,8 hizo que a última hora del jueves, las autoridades indonesias se vieran obligadas a declarar, y posteriormente volver a levantar, la quinta alerta de tsunami en los últimos dos días.
Las autoridades advirtieron que el número de  víctimas podría aumentar.
Las autoridades advirtieron que el número de víctimas podría aumentar.
YAKARTA - AFP-NA. Fuertes réplicas azotaron el jueves  la isla indonesia de Sumatra, desencadenado repetidas alertas de  tsunami, mientras las autoridades afirmaban que los daños del  potente sismo, que causó diez muertos, no fueron tan malos como  se temió.
  
Una réplica de magnitud 6,8 hizo que a última hora del jueves,  las autoridades indonesias se vieran obligadas a declarar, y  posteriormente volver a levantar, la quinta alerta de tsunami en  los últimos dos días.
  
Sin embargo, pareció quedar claro que Indonesia se salvó de la  enorme devastación que potencialmente pudo producir el primer  sismo de magnitud 8,4 que sacudió Sumatra el miércoles.
  
No obstante, las autoridades advirtieron que el número de  víctimas podría aumentar, pues por el momento las líneas  telefónicas y la electricidad están cortadas en muchas partes de  la isla y los equipos de socorro no pudieron llegar a las zonas
más remotas.

En todo caso, muchos habitantes de Sumatra pasaron la noche  fuera de sus casas, por temor a que se produjera un nuevo  terremoto.
  
El sismo del miércoles fue tan fuerte que también se notó en  Tailandia y Malasia, desencadenado una alerta de tsunami en toda  la zona del océano Indico así como en el este de Africa, ante el  recuerdo de aquel diciembre de 2004 en que una ola gigante mató a  222.000 personas.
  
Asimismo, otro sismo se registró en el norte de otra gran isla  de Indonesia, en este caso Sulawesi, el jueves, con una magnitud  de 6,2, según el Instituto Geológico de Estados Unidos, a unos  2.700 kilómetros al este del epicentro del temblor de Sumatra.
  
Ese terremoto también desencadenó una alerta de tsunami, pero  por el momento no se recibieron informaciones de daños y la  alerta fue levantada posteriormente.
  
El vicepresidente indonesio, Jusuf Kalla, expresó su alivio  por los daños contenidos del temblor del miércoles.
  
"Ayer (miércoles) esperábamos destrucciones muy importantes.  Pero de acuerdo a las informaciones recibidas esta mañana, nos  alegra constatar que los daños son menos significativos de lo que  pensábamos", declaró, citado por el sitio internet de información  Okezone.
  
Tras el alivio inicial, las autoridades de Yakarta pusieron en  marcha equipos de rescate y aviones para socorrer a las  poblaciones afectadas.
  
Dos aviones de carga Hércules sobrevolaron al amanecer  Bengkulu, la ciudad costera, a un centenar de kilómetros del  epicentro.
  
Las autoridades de la localidad reconocieron que el sismo  causó seis muertos en la zona, mientras que otras cuatro víctimas  se registraron en otros lugares, así como varias decenas de  heridos.

Asimismo, al menos 130 casas quedaron completamente destruidas  y otras 4.000 viviendas sufrieron daños parciales.
  
"Es un milagro que nadie del pueblo muriera", dijo Mukhtar, un  habitante de 42 años del pueblo de Kota Agung, cercano a  Bengkulu, donde se derrumbaron numerosas viviendas.
  
Muchos habitantes de la zona afirmaron haber sobrevivido  porque salieron precipitadamente de sus casas en cuanto notaron  el temblor.
  
La localidad de Bengkulu (unos 350.000 habitantes) ya se había  visto golpeada en 2000 por un terremoto de magnitud 7,3  responsable de unas 100 muertes.
  
El sismo del miércoles se sintió también fuertemente en  Yakarta (a unos 600 km del epicentro) donde oscilaron los  edificios más altos.
  
En Bangladesh, cientos de miles de personas de pueblos  costeros huyeron de sus viviendas hacia el interior tras las  alertas de tsunami.