Cayó el narcotraficante más importante de Colombia
Diego León Montoya, alias "Don Diego", fue detenido en el sudoeste de ese país. Es uno de los hombres más buscados por los EE.UU. El hombre fue capturado en una de sus fincas.

Diego Montoya, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo y que figuraba en la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI, fue capturado en una operación del Ejército y la policía secreta en el suroeste del país, se informó el lunes oficialmente.
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El fiscal general, Mario Iguarán, dijo en rueda de prensa que Montoya fue capturado en una de sus fincas y que no opuso resistencia.
"Un grupo especial de las Fuerzas Armadas capturó a Diego Montoya; se están haciendo en este momento las diligencias judiciales (a cargo de) la fiscalía que será la encargada de confirmar la identidad", declaró el ministro de Interior, Carlos Holguín.
Conocido como "Don Diego", Montoya era el máximo líder del cartel del Norte del Valle, la organización de traficantes de drogas más poderosa que actualmente opera desde Colombia.
Los informes preliminares de la policía secreta indican que los operativos fueron desplegados en el norte del departamento del Valle, a unos 200 kilómetros al oeste de Bogotá.
Montoya está incluido, junto al líder de al-Qaida Osama bin Laden, entre los 10 fugitivos más buscados por el FBI estadounidense, que ofrecía cinco millones de dólares de recompensa por información que permitiera apresarlo.
Un hermano de Montoya, Eugenio Montoya, fue capturado en Colombia en junio y otro socio de "Don Diego", Juan Carlos Abadía, alias "Chupeta", fue capturado en agosto en Brasil.
La organización del Norte del Valle surgió de la cenizas de los carteles de Medellín y Cali, y comenzó como un grupo de pequeñas organizaciones narcotraficantes que se fueron aglomerando.
El gobierno estima que el cartel es responsable por el 30% de las más de 550 toneladas de cocaína colombiana que todos los años entra a los Estados Unidos.
Según Alfredo Rangel, director de la fundación Seguridad y Democracia, Montoya, conocido también como ''El señor de la guerra'', es uno de los cabecillas narcotraficantes más poderosos de la última década en Colombia.
El cartel del Norte del Valle se ha diferenciado de las organizaciones narcotraficantes anteriores al buscar controlar la política regional y no influir en el gobierno a nivel nacional.
"Para ese cartel el control territorial ha sido lo más importante", dijo Rangel.
Montoya, al igual que la más reciente generación de narcotraficantes colombianos "han rehuido a la notoriedad, han buscado un bajo perfil y no se han enfrentado al gobierno de manera directa", mientras han mantenido su control sobre los envíos de cocaína a los mercados de Estados Unidos y Europa.
El cartel ha sufrido una batalla interna entre Montoya y Wilber Varela, alias "Jabón", un antiguo ex policía transformado en narcotraficante, que ha dejado un saldo de "centenares de muertos", dijo Rangel.
Según el FBI, Montoya era uno de los ''protegidos'' de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una confederación de bloques paramilitares que firmó un acuerdo de paz con el presidente Alvaro Uribe en el 2003.
El boletín de la FBI asegura que el cartel cuenta "con grupos armados ilegales para protección, aceptando ayudo de los grupos paramilitares de la derecha así como de los rebeldes de la izquierda".
En los últimos meses, las revelaciones sobre la infiltración del Cartel del Norte del Valle en las fuerzas militares colombianas representó un escándalo para el gobierno luego que una decena de oficiales fueron capturados, sindicados de colaborar con esta organización criminal.
Montoya está incluido, junto al líder de al-Qaida Osama bin Laden, entre los 10 fugitivos más buscados por el FBI estadounidense, que ofrecía cinco millones de dólares de recompensa por información que permitiera apresarlo.
Un hermano de Montoya, Eugenio Montoya, fue capturado en Colombia en junio y otro socio de "Don Diego", Juan Carlos Abadía, alias "Chupeta", fue capturado en agosto en Brasil.
La organización del Norte del Valle surgió de la cenizas de los carteles de Medellín y Cali, y comenzó como un grupo de pequeñas organizaciones narcotraficantes que se fueron aglomerando.
El gobierno estima que el cartel es responsable por el 30% de las más de 550 toneladas de cocaína colombiana que todos los años entra a los Estados Unidos.
Según Alfredo Rangel, director de la fundación Seguridad y Democracia, Montoya, conocido también como ''El señor de la guerra'', es uno de los cabecillas narcotraficantes más poderosos de la última década en Colombia.
El cartel del Norte del Valle se ha diferenciado de las organizaciones narcotraficantes anteriores al buscar controlar la política regional y no influir en el gobierno a nivel nacional.
"Para ese cartel el control territorial ha sido lo más importante", dijo Rangel.
Montoya, al igual que la más reciente generación de narcotraficantes colombianos "han rehuido a la notoriedad, han buscado un bajo perfil y no se han enfrentado al gobierno de manera directa", mientras han mantenido su control sobre los envíos de cocaína a los mercados de Estados Unidos y Europa.
El cartel ha sufrido una batalla interna entre Montoya y Wilber Varela, alias "Jabón", un antiguo ex policía transformado en narcotraficante, que ha dejado un saldo de "centenares de muertos", dijo Rangel.
Según el FBI, Montoya era uno de los ''protegidos'' de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una confederación de bloques paramilitares que firmó un acuerdo de paz con el presidente Alvaro Uribe en el 2003.
El boletín de la FBI asegura que el cartel cuenta "con grupos armados ilegales para protección, aceptando ayudo de los grupos paramilitares de la derecha así como de los rebeldes de la izquierda".
En los últimos meses, las revelaciones sobre la infiltración del Cartel del Norte del Valle en las fuerzas militares colombianas representó un escándalo para el gobierno luego que una decena de oficiales fueron capturados, sindicados de colaborar con esta organización criminal.